Capítulo 1

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- Calle, Samuel llamo. Dijo que llegara tarde a cenar, debe terminar algunos arreglos para su viaje.

- Gracias, Abi. Me comunicare luego.


Le respondo a mi secretaria por intercomunicador.

Estábamos acostumbrados a estas distancias, por ese maldito viaje por dos meses me tenía en vela.

Iba a echarlo de menos increíblemente.

Es el primer viaje que hace luego de nuestra crisis, hace alrededor de 5 meses.

Me había acostumbrado a tenerlo a mi lado todas las noches. Pero su empleo como seguridad privada lo requería.

Debe irse de gira por dos meses con un nuevo artista, volver tan solo dos semanas y luego irse otros dos meses más.

Sin dudas será un calvario.

- Calle, Camila está en la otra línea. Quise tomar su mensaje pero prefirió decírtelo ella misma.

- Descuida, Abi. Comunícame con ella.


Estoy bastante atareada con un paciente que no tarda en llegar y otros 3 para más tarde. Pero es una llamada que espero hace mucho tiempo.

- No me cae bien tu secretaria! – exclama en cuanto descuelgo – llevo días hablando solo con ella. Siquiera te pasa mis recados?

- Tranquila, Camila
– digo riendo – es exigente pero muy eficiente. Lo siento, estos días no me pude comunicar contigo. Pero espero que tu llamada sea la que estoy esperando.

- Puede que lo sea, pequeña. Tienes tiempo o tengo que seguir hablando con tu secretaria?

- Porque no me adelantas algo y luego disfrutamos de un café para que me cuentes mas detalles?

- Eres ansiosa, verdad?

- Ya me conoces. Y más si se trata de esta tema. Y ya te estás tardando demasiado!

- Bien. Está todo listo. Ella accedió incluso antes de que lo preguntara.


El corazón me da un vuelco.

- Hablas en serio?

- Completamente. Es tuyo, Dani.


Suelto un suspiro intentando retener las lágrimas que están por brotar.

Lo que tanto espero.

Por fin!

- No puedo creerlo!!

- Lo es. Ahora, tengo varias cosas por aclararte aun, pero, creo que las voy a guardar para ese café que vas a invitarme más tarde.

- Salgo a las 6, está bien para ti?

- Por supuesto! Te esperare en la cafetería en la esquina del estudio.

- Perfecto, nos vemos entonces. Y Cami, no sabes lo que esto significa para mi.

- Si, lo sé.


Aun estoy temblando cuando corto.

No sé nada de ella.

Pero si Camila Esguerra me dio la seguridad de que está todo bien, es porque realmente ha de estarlo. Ella no es mi abogada, sino también una vieja y gran amiga.

Sabe con seguridad todo lo que esto significa para mí y mi matrimonio.

El intercomunicador suena informándome que mi próximo paciente está aquí.

Me recompongo y lo hago pasar.

Por los siguientes 45 minutos escucho al señor Flemmings hablar sobre sus nietos y su problema por el cambio de generación.

Garabateo en mi cuaderno, pero mi mente está completamente lejos de aquí.

A diario escucho a mis pacientes hablar sobre sus problemas, inquietudes y felicidades. Hace 4 años que ejerzo esta profesión y recientemente creo que quizá, sería bueno hablar con un psicólogo. Irónico, verdad?

Una psicóloga que necesite de otro para estabilizarse.

Pero, porque no? Después de todo, se avecina un cambio muy importante en mi vida.

A las 17:45 me despido de Abi y corro hacia mi encuentro con Camila.

No me cuesta mucho encontrarla, esta sentada en la misma mesa de siempre, mirando a los chicos pasar a través de la ventana.

- Algún gatito en la mira? – le pregunto sentándome en frente.

- Sabes que no es lo mío! – dice cuando capto su atención.

La gran mujer, soltera que es incapaz de comprometerse. Según ella el amor no existe.

A diario me hace saber que no comparte mi matrimonio desde tan joven.

Quizá tenga razón, llevo casada 5 años y tan solo tengo 27 años. Pero nada me hace arrepentirme de mis decisiones!

- Pedí un café con chocolate, sin azúcar para ti.

- Perfecto.

- Como esta Samuel? Creí que vendría contigo.

- Tiene una gira en pocos días.

- Así que estás haciendo todo esto y él se ira otra vez?

- No empieces, Cam. Es su trabajo!

- Bien, no diré mas nada – murmura y se aparta para que nos sirvan la merienda.

Lo cierto es que Camila nunca se llevo bien con Samuel y aun no se el motivo.

Samuel me confío que en un pasado, cuando éramos adolescentes, Camila había intentado algo con él, pero mi marido la había rechazado. De ahí su resentimiento hacia él.

Pero vamos, es mi amiga! Lo que haya sucedido en el pasado, ahí debería quedarse.

- Ahora, vamos a lo importante. Sabes por lo que estoy aquí – digo ansiosa.

- Creí que ibas a fingir que tenias ganas de verme al menos hasta que tome un sorbo de café – bromea.

Pero yo no. Estoy extremadamente ansiosa.

- Bien. Aquí está todo – extiende una carpeta sobre la mesa – Me costó mucho encontrarla, no quiere saber nada con papeleos y demás. Se espanto creyendo que era de recursos humanos o algo por el estilo. Realmente vive en un lugar bastante precario.

- Es perfecta – digo mirando una fotografía suya junto con los datos.

- Su novio de solo unos meses la dejo. Con desgana me dio una fotografía de él, pero si, creo que podría ser perfecto.

Y realmente lo es!

Necesito golpearme para saber que no estoy soñando.

- Dijo algo más?

- No hable de dinero aun. Pero aunque se niegue estoy segura que lo necesita. Quiere terminar sus estudios y la situación la sobrepasa.

- Es muy valorable que no se deshaga de él.

- Es pequeña. Y su novio la dejo mucho antes de saberlo.

- Lo busco?

- Sí, pero no querrás saber que sucedió.

- No me digas que...

Asiente.

- Hijo de puta.

- Si... tiene plata o bueno, su padre. Pero ella no quiso saber más nada. Su respuesta solo fue que ella se haga cargo de su error.

Como puede existir gente así?

- Quiero verla – digo segura.

- Calle aún es pronto.

- No lo es para mí. Ella duda aun?

- No, pero déjame que hable primero.

- Y quien me asegura que ella no intentara nada?

- No lo hará. Calle tendrías que verla, está completamente asustada.

- Y su familia?

- No quiso hablar del tema, solo me aseguro que estaba sola.

Una punzada de tristeza me invade.

Su historia es muy triste.

Camila sigue háblame sobre legales pero yo solo tengo ojos y mente para la hoja que esta en mi mano. Todos sus datos junto a su foto.

Parecía ser una foto para la cédula de la universidad. A penas estaba maquillada, nariz pequeña, labios carnosos, cejas prolijamente peinadas y unos grandes ojos de un particular color que me cautivaron por completo.

María José Garzón.


La mujer que va a darme a su hijo.


                                                     ***********

Me despido de Camila luego de una larga charla haciéndole prometer que hablara con ella para que se reúna conmigo.

Me guardo el expediente y me dirijo a mi casa.

Estoy feliz, pero aun inquieta.

Hasta que no la conozca y sepa que tanto ella como ese bebe están bien, no estaré completamente tranquila.

En Colombia, este tipo de adopción tarda muchos años. Años que no tengo tiempo para esperar, por eso mismo intentamos por este medio. Su situación no es fácil y al parecer, no esta en condiciones de mantener un bebe.


C: Estoy camino a casa. El bebe es nuestro, puedes creerlo? Te esperare en la cama para contarte todos los detalles. Te amo.

Tecleo rápidamente antes de seguir conduciendo.

Al llegar a casa, me recibe Ramón como todos los días.

- Hola bombón! Todo bien en el barrio hoy? – pregunto mientras lo abrazo y me dirijo hacia la cocina para darle su golosina.

Le encanta sentarse sobre la silla de la ventana y mirar lo que sucede afuera.

Samuel detesta los perros y Ramón lo detesta a él. Pero son mis dos amores y disfruto compartir mi vida con ellos. Quien dice? Pronto habrá uno más en la familia.

Instintivamente toco mi panza.

Hubiera dado todo lo que tengo y más por poder ser yo misma la que lo lleve dentro. Pero hace 3 años, gracias a varios intentos fallidos, me entere que soy estéril. Intente todos los tratamientos posibles. Lo que la medicina hacia y no hacia, pero fue imposible. Algunos, incluso, me habían devastado anímicamente.

Nunca logre quedar embarazada.

Caí en una profunda depresión. Estuve un mes completo sin salir de la cama. No podría, no tenía fuerzas ni valor para afrontar la situación. Pero es tanto lo que deseo tener un hijo que me llevo a buscar una persona que pueda brindármelo.

Corro hacia mi bolso y saco la carpeta que contiene los datos de mi futuro.
María José Garzón. Una Colombiana de 23 años de edad, quien su novio abandono e incluso sugirió el aborto para desaparecer completamente.

Como puede existir gente así habiendo otros que luchan por formar una familia sin tener su facilidad? No lo entiendo.

Preparo una cena ligera y me pongo un cómodo pijama para hundirme en las sabanas después de un largo día.

Debo haberme dormido porque me sobresalto al sentir que la cama se hunde a mi lado.

- Siento despertarte – dice Samu a mi lado

- Quise esperarte pero al parecer estaba cansada. Hola – le digo tierna.

Me acerco, lo beso y hundo mi cabeza en su cuello.

Me encanta aspirar su olor.

- La reunión se demoro más de lo debido.

- Todo bien con eso?

- Solo las mismas reglas de siempre. Pasare unos largos meses con Johann y sus alocadas fans. Probablemente sean más cada día.

- Un rompe corazones, ha?

- Como siempre – dice abrazado a mí.

- Mientras sepas que tú tienes una esposa a la que perteneces, estoy bien.

- Así será – contesta besando mi coronilla.

- Tengo algo que enseñarte – me giro y saco la carpeta que he estado viendo durante toda la tarde y se la enseño –

- Esto es seguro?

- Camila dice que si, de todas formas quiero hablar con esa chica personalmente.

- Amor, es grandioso pero, no debes hacerte demasiadas ilusiones.

- Porque no?

- Aun no sabemos y por lo que dijiste, no quiere saber nada con legalidades. Quien dice que su padre no volverá y ella cambiara de opinión?

- Es una chica que está completamente sola. El padre de ese bebe fue el que sugirió que abortara. En serio crees que el volvería para reclamarlo?

- No. Pero vayamos con calma, de acuerdo?

- Llevo esperando esto mucho tiempo, no puedes pedirme que no me ilusione.

- Lo se, por eso quiero mantener la calma también. No quiero verte sufrir, preciosa.

- Tarde. Vamos a tener un bebe – susurro emocionada aunque sin lagrimas.

- Y va a ser perfecto – dice el antes de perderse en mis labios.

Esto es todo lo que necesito.


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Les dejo esta nueva historia. Esta vez no les traigo ninguna adaptación, sino una historia escrita por mi, así que espero leer en los comentarios sus opiniones. Quiero saber si les gusta! No olviden votar :)

En sus ojos (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora