Capítulo 21

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Como era de esperar, Poché quedo enamorada de mi nuevo hogar.

Su opinión fue que esta finalmente si era de mi estilo, aunque aun tenga que hacer varias modificaciones

Mi idea de estar con Poché y sellar nuestra reconciliación fue interrumpida por un pequeño detalle: Mi madre.

Había olvidado por completo su presencia.

Se puso muy contenta al saber que su nieto estaba en perfectas condiciones, y a su vez, María José está encantada de tener su ayuda en este último tramo. Esa misma tarde le otorgaron los 3 meses de licencia, muy a su pesar. Así que para no dejarla sola, decido pedir mi licencia en el consultorio.

Aunque al principio también se opone, sabe que no hay marcha atrás. Por lo tanto, ambas estaremos abocadas al embarazo.

Esta última semana fue una de las mejores de mi vida.

¡Por fin me sentía bien conmigo misma!

Disfrutaba de su compañía, de mi madre, y por supuesto de su preciosa panza, de la cual estoy cada segundo más enamorada.

Según la peliazul el bebe reconoce mi voz, ya que se mueve demasiado cada vez que intento interactuar.

El curso de pre-parto, sugerido por Juan, nos ayudo a saber muchas cosas.

Aunque intentamos evitar las miradas extrañadas de la gente al vernos llegar y hacer toda la clase juntas.

Como Poché no quiere perder tiempo en el estudio, cada vez que decide ponerse a estudiar, aprovecho para ir de compras y encargar varias cosas para el bebe.

C: ¿Qué te parece cenar conmigo esta noche? ¿Adivina qué? Mama tiene un encuentro con viejas amigas.

P: Su propuesta es tentadora. Aunque, al parecer no es solo para cenar, Señorita Calle Soto.

C: Quizá no, pero tengo una sorpresa.

P: ¿Sorpresa?

C: Algo que me gustaría que veas.

P: Ahí diste en la tecla. ¡No soporto la intriga!

C: Pasare por ti a las 6. Te quiero, bombón.

P: También yo, gordita.


- No voy a dejar que te choques con nada.

- ¡No tomo dimensión de mi cuerpo últimamente! – exclama intentando caminar con sus ojos tapados

- Tranquila, ya llegamos – digo cerca de su oído

Estoy muy ansiosa

Llevo preparando esta habitación en los últimos días para que todo quede perfecto.

- Encenderé la luz. ¿Prometes no espiar?

- Está bien.

- ¡Nada de trampas, Garzón!

- ¡Lo prometo! – dice ansiosa

Beso su mejilla y voy hacia el interruptor.

Verifico que todo esté en su lugar, tomo el regalo y finalmente...

- Abre los ojos

Ella lo hace lentamente, acostumbrándose a la luz.

En cuanto entiende de qué se trata comienza a mirar todo detalladamente.

- Creí que... si este pequeño llegara pronto a nuestras vidas... sería conveniente que tenga su lugar – explico ofreciéndole un gran oso de peluche.

Lo acepta pero aun sigue mirando la habitación.

- Quería que fuese una sorpresa. Pensé en todo, o al menos, ¡eso creo! ¡Después de todo, pasaremos bastante tiempo aquí!

- ¿Pasaremos?

Dice finalmente

- ¡Así es! El bebe, tú y yo. ¿O eres de esas madres que quiere dormir con el niño a mitad de la cama? De ser así podríamos solucionarlo, comprar una de esas cunas que van pegadas a la cama

- Calle, Calle, Calle - me frena – creo... creo que... Creo que estas yendo muy rápido.

- ¿Rápido? Poché, ¡el bebe puede nacer en cualquier momento!

Pronto me detengo a ver sus ojos.

En ellos no veo confusión, ni tampoco emoción, sino... miedo.

- Poché... acaso tu...

- Dani – suspira largando el aire contenido – Sabia que esto sucedería algún día.

- ¿Que sucede? Habla conmigo

- Solo... no había pensando en todo esto

- ¿No lo habías pensado?

- Carajo, Calle. ¡No pensé en nuestro futuro! Este niño seria tuyo pero nunca me ... nunca me imagine una vida con él.

Sus palabras me caen como agua fría.

- No puedes hablar en serio...

- Lo siento, Dani, esto fue muy repentino. Hace poco tiempo que formalizamos, hasta hace una semana tú estabas con tu marido.

- Siempre supiste que no quería este hijo con Samuel. Poché no puedes decirme que no te imaginas en tu vida a lo único que me unió a ti todo este tiempo. Yo me enamore de ti gracias a ese pequeño.

- Calle por favor, ¡ponte en mi lugar! Me entero de mi embarazo en la peor situación, decido que su adopción es lo mejor, y termino enamorándome de la persona que lo va a adoptar. Daniela, tengo un trabajo una carrera que no puedo dej...

- ¿Estas poniendo una carrera y un trabajo de camarera sobre una vida? – interrumpo

- ...no quise que sonara así

- Bueno así es como sonó

- Calle entiende que no...

- María José, está bien. Intentare comprenderte, pero no me pidas que me ponga en tu lugar porque sinceramente no lo comprendo. Esto... creí que era algo obvio entre nosotras pero al parecer estaba equivocada

- No, Dani. Déjame explicarte...

- No. necesito un tiempo a solas – digo encaminándome hacia la puerta.

- ¿A dónde vas?

- A pensar – concluyo.

Me encierro en mi despacho con la esperanza de encontrarla paz que necesito.

Lo que ha dicho Poché dolió.

Cuando por fin me permito imaginarme y soñar un futuro juntas, me encuentro con una barrera que ella misma construyo.

No se imagina a una familia, mucho menos con ese bebe y conmigo.

En sus ojos (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora