Capítulo 14

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5 meses de embarazo.

Su panza está creciendo lentamente. Como así también mi amor hacia ese bebe del cual no sabemos el sexo aun. Tanto ese pequeño ser humano creciendo, como así también la mama me están cambiando completamente la vida.

A los 4 meses firmamos aquel contrato.

Solo yo, ya que Samuel aun estaba de gira, y... bueno, las cosas no están completamente bien entre nosotros. Desde aquella pelea en el restaurant, no hablamos demasiado, y cuando lo hacemos las cosas están algo tensas.

Discutí con él cuando llegue a casa aquella madrugada luego de estar con María José.

Las cosas fueron peor en cuanto me confesó que había llamado a mis padres.

Eso me hizo explotar.

Mentí diciendo que estaba con Juancho. No pregunto mas, como lo supuse, ya que detesta a mi mejor amigo.

Volvimos a discutir y el simplemente me ignoro durante el resto del tiempo. El volvió a la gira unos días antes y se lo agradecí en silencio.

Necesitaba este tiempo lejos.

Camila se tranquilizo un poco luego de firmar sus benditos papeles, aunque, aun sigue advirtiéndome que vaya con cuidado.

Lo bueno es que Poché pudo utilizar el dinero, bajo mi consentimiento, para cerrar aquella parte de su pasado que la acechaba.

Y en cuanto a María José... bueno, las cosas están bien.

Más que bien.

Ninguna sabía como reaccionar luego de aquella intensa noche de besos. Pero aprendimos a relacionarnos de una forma cómoda para ambas.

Me admití que desde que la probé, siento unas ganas irrefrenables de besarla cada vez que me sonríe o cuando me pierdo en sus ojos intentando ver que color tiene ese día.

Debo admitir que estoy obsesionada con ellos y todo lo que logran mostrarme.

Sin embargo, no nos habíamos vuelto a besar.

Yo estoy casada, ella... bueno no menciona a esa tal Valeria, aunque supongo que la sigue viendo.

Una punzada de celos me invade al imaginarlas juntas.

Si, celos.

Hoy se que son celos. Aunque con Samuel pocas veces los haya sentido.
Me gustaría que solo comparta determinada intimidad conmigo, pero no puedo exigirle eso, después de todo, solo somos amigas.

- ¡Cuéntame más!

- ¡Mama, aun no se dejo ver! Está en perfecto estado. Crece sanamente.

- Va a ser un niño, te lo aseguro. ¡Aunque tu padre quiera una niña!


Sonrío.

Mi padre siempre quiso una nieta, mientras que mi madre solo quería un varón para que la siga a todos lados.

- Será lo que tenga que ser mama...

- Y esta chica... María José, ¿Como esta?

- ¡Ella está bien! Asimilando sus cambios, pero está bien con eso.

- ¿Cuando voy a conocerla? Hay algunos consejos que quiero darle.

- No estoy segura mama...

- ¡Al diablo con lo legal! ¡Esa niña es la progenitora de mi nieto! Y yo meto en mi casa a quien se me venga en gana. ¡No me importa lo que tu marido, tu abogada o el presidente diga!


Su exclamación me hace sonreír.

La verdad es que... yo opino igual.

- Veré que puedo hacer...

- ¡Espero que así sea! Tu padre estará feliz de recibirla también.


Ambos se solidarizaron con Poché luego de que les relate su historia.

Se ofrecieron a ayudarla y se encargaron de que le haga saber que podía contar con ellos para lo que sea.

Y yo los amo inmensamente.

- Cuéntame ¿como estas, chiqui?

- Estoy bien.

- Eso es para los demás. ¡A tu madre cuéntale la verdad, Daniela Paloma Calle!

- Ya quisieras...

- No te falto mucho para llamarte así... ahora dime.

Me conoce y odio mentirle.

- Me siento extraña. Cuando soñé este momento lo imagine distinto. Pero de lo que estoy completamente segura es que no me arrepiento de nada. Lo hare con o sin Samuel.

- ¡No sabes lo que me alegra escuchar eso, hija! Ese hombre no se merece que pierdas lo que más quisiste por el simple hecho de estar más preocupado por el mismo que por su mujer.


¿Mencione que mama jamás estuvo de acuerdo con mi relación con Samuel?

La realidad es que nunca lo dijo, pero siempre lo supe.

- Tu vida está cambiando lentamente, Dani. Y el cambio radical vendrá en cuanto nazca ese pequeño. Debes estar preparada para eso. Y sobre todo, completamente segura de que no estarás sola. No voy a ir en contra de tus sentimientos, pero no lo necesitas. Lo importante es que tu estés bien, mi pequeña.

- Te extraño tanto, mama
– digo intentando tragar el nudo que se formo en su garganta.

- ¡Pues no estamos tan lejos! Veré que puedo hacer para visitarte en las próximas semanas ¡Tu padre me debe unos cuantos viajes, así que tendrá que pagarlo aunque se resista! - bromea.

- Me alegrara verte – sonrío a pesar de mis ojos llenos de lagrimas.

- ¡Entonces busca una foto! ¡Voy a ir solo por mi nieto y aquella pequeña! ¡Mucho les va a costar librarse de mí!

- Estoy segura que estarán encantados de verte.

- Igual yo, mi vida. Te llamare en cuanto tenga novedades.

- Está bien, estaré esperando. Saludos a papa.

- Serán dados.

En sus ojos (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora