Ser el primer amor •●Crink●•

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—Siempre pensé que tu ropa era muy aburrida —Mencionó al contrario antes de que éste entrará al baño.

—Pues no te obligó a nada, sabes que puedes ponerte tu ropa totalmente sucia —Reprochó y de una vez fue a bañarse.

Cerró la puerta y suspiró.

Mientras se quitaba la ropa mojada, pensaba en la situación en la cual se encontraba.

La lluvia no parecía querer parar, así que él e Ink tendrían que quedarse dentro de su casa hasta mañana quizás.

Una parte de él necesitaba gritar en ese momento, no creía que el de bufanda también lo quería aunque no deseaba ilusionarse tan rápido porque puede ser que Ink se haya llevado por el momento y no sabía lo que decía.

¿O quizás sí?

Se puso su piyama luego de secarse con la toalla y salió para afrontar al mayor.

Ink estaba parado frente a ese gran ventanal que daba vista al mar, de forma cautelosa se acercó, no pretendía asustarlo pero el contrario dio un brinco al verlo.

—Lo siento ¿Te sorprendí?

—No, es solo que... estaba pensando mucho, tanto que me olvide que estaba contigo en tu casa, qué tonto —Soltó una risa leve y siguió comiendo el yogurt que había traído de la cocina. 

Cross no supo que más decir por lo que se quedó en silencio viendo el cielo grisáceo.

—¿Recuerdas ese día en el cual nos conocimos? —Movió la cuchara de un lado a otro dentro de ese envase de yogurt— Te veías decaído.

—Tú también —Tratando de sentir lo que más podía las gotas de lluvia, tocó el cristal con su mano— Puede ser que por eso me alenté a hablarte.

—Me alegró que hayas hecho eso.

Con una mirada fugaz miró al más bajo.

—Deberíamos dormir ¿No?

Ink cambió de manera abrupta el tema pero no le sorprendió en lo absoluto.

Mañana tenía que ir al trabajo y realmente necesitaba descansar después de tanto ajetreo. 

—Esto será como piyamada, hace tanto que no voy una.

Todo esto le parecía normal hasta que se dio cuenta que tendría que dormir junto a Ink.

No había nada de malo en eso mas no podía evitar pensar que esta noche no podría dormir bien.

Se acostaron en la cama y se formó un silencio breve.

—Ink... ¿Somos algo más ahora? ¿O seguimos siendo amigos?

Al mencionado le tomó un tiempo responder, se volteó a ver al contrario y acurrucándose entre las sábanas estuvo pensando mientras observaba al más alto, quien imitó sus acciones.

—No tengo idea.

—Que te parece si... ¿Empezamos a salir?

Ink esta vez no lo pensó mucho y dijo que sí.

Todo esto empezó como una ilusión de volver a amar como si fuera la primera vez.

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