Ser el primer amor •●Crink●•

[16]

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Eran las siete de la noche cuando llegó a la casa de Cross.

Con nervioso avanzó por el camino hasta quedar delante de la puerta, soltó un hondo suspiro y trato de tranquilizarse, estaba preparado o eso creía.

Después de que tocó la puerta, unos minutos pasaron para que fuera abierta por el más alto.

Se dijeron un hola muy seco e incómodo y los dos ingresaron a la casa.

Ahora se supone que debían conversar sobre lo que todo el día los ha estado atormentado.

—¿Entonces?

—¿Eh?

El de orbes multiformes lo miró angustiado.

—Cross, yo... 

—¿Tú no me tienes que contar algo?

Ink se quedó callado y solo caminó hasta quedar al lado del ventanal.

Si tan solo las cosas no fueran tan complicadas de decir.

Esa noche el monocromático se acercó hasta el de bufanda y lo estrechó entre sus brazos, el mayor no supo cómo reaccionar y menos cuando el más alto le preguntaba si lo amaba.

Confusión y tristeza inundaba el ambiente.

Todo es tan pesado.

Muchas preguntas y respuestas tan difusas solo había.

Y a pesar de eso, los dos se dieron un beso.

Como si eso pudiera arreglar un poco su relación.

—Creo que me tengo que ir —Dijo en un leve susurro e intentó alejarse de Cross.

—No, puedes estar aquí, conmigo... —Ejerció un poco más de fuerza pero de una manera para no lastimar al de bufanda.

—Cross, tú... —Apoyo su cabeza en el pecho del contrario— ¿Aún estarías conmigo incluso si te dijera algo de lo cual no estoy muy orgulloso?

—Claro que sí.

—Tengo miedo ¿Y si me dejas al final?

—Ink, no todos somos perfectos, ni yo lo soy, también... cometí errores.

—¿Así? Cómo cuales.

—Creo... Creo que esta noche va a ser una noche larga.

Los suspiraron o mejor dicho soltaron todo el aire que habían mantenido por la presión del momento, dejándolos por fin respirar.

Pero aún existía ese nudo en la garganta.

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Huelo el final cerca, sí, señor.