Ser el primer amor •●Crink●•

[26]

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—¿Y cómo te está yendo? —Dijo el mayor poniéndose a su lado— ¿Ya han vuelto a ser amigos?

—No es fácil —Enfocó su vista en la pantalla de su celular, estaba hablando con Nightmare por mensaje, mayormente de cosas triviales, pero de igual manera no evitaba temer escribir algo que arruine toda la conversación—  Es como si estuviera tratando con una bomba que en cualquier momento puede explotar.

—¿Le has preguntado si pueden arreglar su relación?

—Todavía no tocó ese tema.

—¡Pues hazlo! —Exclamó aferrándose al contrario.

—¿Y tú qué haces aquí en primer lugar? —Pregunto encogiéndose en su lugar— Sé que nos vamos a casar y eso, pero...

—Es que hace tanto calor hoy que no podría soportarlo en mi casa, tú no lo entenderías, después de todo tienes aire condicionando.

—Sí, pero solo en esta habitación y no es precisamente la más cómoda.

Los dos suspiraron, esperaban que el verano termine lo más rápido posible.

—Ah, también vine para que veas esto —Se levantó del suelo y tomó lo que había dejado en el escritorio— Dijiste que me encargará de las invitaciones ¿No?

—¿En serio tú...? —Tomó lo que el más bajo le tendió— No era necesario que lo hicieras tan rápido.

—Esta es especial, esta se la vas a dar Nightmare.

—¿Qué? —Alzó su mirada confundido.

—Lo que oíste.

—¿Sigues con eso? —Dejó su celular en el piso y miró con más detalle lo que tenía sus manos— No lo voy a hacer, además no creo que...

—Si decide no ir, está bien, pero nunca sabrás si no se lo das.

— Ni siquiera todavía sé si él quiera verme.

—¿Y por qué no se lo preguntas? —Dijo cruzándose de brazos— Es hora de dejar de tener miedo, Cross.

El mencionado se quedó en silencio por unos minutos para luego agarrar su celular.

—Está bien.

Con cierto nervios hizo lo que debió hacer hace mucho tiempo.

—¿Y qué respondió...? —Se arrodilló en frente del monocromático, se había quedado callado por unos segundo.

—El sábado.

—Osea mañana.

—Sí.

El silenció volvió a presentarse.

—Esperó arreglarlo, Ink...

—Sé que lo harás.

—Supongo que lo intentaré, yo en verdad me gustaría volver a tener a mi amigo de vuelta, porque antes que una pareja, nosotros eramos amigos...

—Entiendo lo que sientes —Se paró y ayudó al menor a levantarse.

La primera persona en que confías, la primera persona con quien sonríes, la primera persona con quien pasas los buenos y malos momentos, aquella persona es especial y te encantaría que esté a tu lado siempre.

—Es triste perder a alguien así —Bajó su mirada un poco afligido por sus propias palabras— Sería genial si pudiéramos retroceder el tiempo y evitar arruinar todo.

Ink lo entendía, también tuvo a esa persona, igual que él.

—Hay helado en la nevera —Comentó tratando de aliviar el ambiente pesado.

—¿Y por qué no lo dijiste antes? —Al parecer se disipó la tristeza en el más bajo— ¡Vamos!

Pronto dejaron el estudio y fueron a la cocina en busca del dichoso helado que seguro refrescaría esa calurosa tarde, una vez se sirvieron fueron a un lugar donde pasará viento y empezaron a conversar sobre la organización de su boda.

Cross miró de reojo al contrario reír.

Antes siempre creyó que la persona con la que se pasaría toda su vida sería Nightmare, su amigo de la infancia, pensó que ese era su destino.

—Por cierto, sonará tonto, pero...

—¿Uhm, que cosa?

—Si tuviera la oportunidad de retroceder el tiempo, no cambiaría nada. Porque después de todo, quién sabe, si hubiera hecho algo diferente, si hubiera cambiado una simple decisión, talvez, solo talvez... nunca me habría topado contigo.

—¿Eh, qué dices?

—Me alegró haberte hablado esa noche en el balcón, Ink.

El de bufanda solo atinó a sonreír, no esperaba para nada escuchar esas palabras del menor.

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