Ser el primer amor •●Crink●•

[42]

•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸.•*'¨'*•.¸¸.•

—¿Y bien? ¿Cómo te sientes?

Cada mañana era la misma pregunta, siempre que despertaba tenía al contrario viéndole desde quien sabe cuánto tiempo.

—Normal, supongo —Dijo soltando un pequeño bostezo.

—¿No te sientes diferente? —Preguntó curioso.

—Eeh... —Lo pensó un poco antes de responder— No.

—¿Ni siquiera un poco? —Siguió insistiendo.

—Uhmm, bueno...

—¿Sí?

—Estoy como siempre, Ink ¿Y tú?

—También... ¿Estás seguro que estás como siempre?

Cross asintió para después levantarse e ir a preparar el desayuno.

—El mundo nos odia... —Dijo el del orbes multiformes hundiendo su rostro en la almohada, no había dormido en toda la noche otra vez.

Ya pasaron dos meses, dos malditos meses y nada.

—¿Cross, estaremos haciendo algo mal? —Al final se había levantado para ir hasta donde estaba el menor— Deberíamos ir al doctor, tenemos que averiguar qué está pasando, por qué yo ni tú podemos tener un hijo aún.

—Ink, no siempre es tan fácil quedar embarazado ¿Lo sabes, no?—Dijo untando mermelada a una tostada.

—Sí, ya sé, por eso necesitamos ayuda profesional o lo que sea —Se apoyó en el brazo del contrario.

—Ink, en serio, no te obsesiones tanto con esto, si no se da es porque simplemente no se da y ya.

—Okey, okey, tienes razón, pero...

—¿El próximo mes no es el cumpleaños de Paper Jam? —Preguntó, haber si podía cambiar de tema.

—¡Ah, se me olvidó! —Exclamó separándose del contrario— ¿Qué le voy a regalar?

El monocromático se cuestionaba si el mayor era así todos los años.

—¡Cross, me tienes que ayudar! Ya se me acabaron las ideas, él ya casi es un adulto ¿Y si sus gustos cambiaron? ¿Y si ya no le gusta el arte?

—Ahora que lo pienso... —Le dio un mordisco a la tostada— ¿Tú mismo no le entregas el regalo, verdad?

—No ¿Por qué haría eso?

—Porque si puedes, entonces por qué no hacerlo.

—Ah, no sé, desde que recuerdo se lo daba a su madre para que ella se encargará o lo dejaba en la puerta de su casa...

—Este año podrías dárselo tú en persona.

—¿Qué? ¿Yo cómo haría eso?

—Pues haciéndolo, así de simple.

—¿Y qué pasa si rechaza mi regalo? Nunca le he agradado, después de todo.

—Vamos, Ink, no pierdes nada intentándolo —Dijo tratando de animar al contrario— Te ayudaré, si quieres.

—¿Hasta me acompañarías a su casa para darle su regalo?

—¿Tienes mucho miedo, no?

—Quizás llegué a vomitar si no me acompañas...

—De acuerdo, iré —No tenía otra opción, no quería que Ink la pasará mal ese día.

—No te vayas a olvidar y si me disculpas, voy a volver a la cama, que hoy es domingo.

Sin decir algo más, el de orbes multiformes se fue lentamente.

El menor soltó un suspiro, ahora tendría que pensar cuál podría ser un buen regalo para Paper.

No debe ser tan complicado, aunque por si acaso...

Tomaría desayuno más tarde, no tenía tanta hambre.

—¿Qué tal un libro?

Después de que pudo despertar a Ink, empezó a hacer un lista de los posibles regalos.

—No creo, la última vez que lo vi con un libro, se le cayó pintura en este, no sé cómo paso, pero paso —Se le escapó una risa al recordar aquello.

—Okey, libro descartado.

—Oh, ya sé, acuarelas.

—Es para Paper Jam ¿Recuerdas?

—Sí, sí... —Realmente necesitaba comprar nuevas acuarelas— ¡Aah, ya sé!

—¿Qué cosa?

—Una mascota, que vaya practicando por si llega a saber que es padre.

—Eres un tonto.

—Soy tu tonto.

A pesar de todo, se sentían bien siendo solo ellos dos.

•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸.•*'¨'*•.¸¸.•