Ser el primer amor •●Crink●•

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Hoy era el cumpleaños de Ink.

Y por suerte, no se había olvidado aunque de igual manera el de orbes multiformes se encargó de mencionarlo un día anterior.

Este día Ink cumplía treinta y dos, sí que había pasado mucho tiempo desde que lo conoció, se sorprendía que lograron convertirse en grandes amigos en un lapso de casi dos años. 

—¡Mira, esa nube tiene forma de patito!

No quiso preguntar nada para no sonar grosero pero aún tenía la duda de por qué Ink decidió pasar su cumpleaños con él.

Estaba seguro que el mayor tenía geniales planes para este día, cualquier cosa era mejor que estar tirados en el pasto bajo un árbol.

—Creo que te lo estas imaginando —Incrédulo trató de buscar en el cielo tal figura, mas él no podía divisar ninguna nube en la forma que decía el contrario.

—Ahí —Se acercó un poco al monocromático y señalo a cierta parte— ¿Lo ves?

—Oh, es cierto.

Nunca había prestado tanta atención a algo tan monótono como las formas de las nubes.

—Ink... ¿Estás triste?

Ni tampoco a las emociones que pasaban casi desapercibidas en las personas que lo rodeaban.

—¿Por qué debería estarlo? —Dejó de estar echado en el césped y miró a su alrededor— Cuando tenga cincuenta recién podre considerar que ya estoy viejo, no me preocupo tanto como tú, además yo soy el mayor aquí.

—Solo por unos meses —Aclaró mientras se paraba— Vamos a otro lugar.

—¿A dónde exactamente?

—No lo sé —Agarró las manos de contrario para levantarlo— ¿Quieres ver una película? 

—Estaría genial si no estuviera ahorrando, así que... —Pensó en otra opción en donde el dinero no tuviera que interferir.

—Entonces en mi departamento —Dijo tratando de dar una solución.

—Me parece bien, pero yo en verdad quiero ver una película —Empezó a caminar para ir a pedir un taxi.

—Y lo vas a hacer a menos que te quedes dormido —Le siguió el paso al mayor.

Unos segundos luego de subir al taxi, la risas por parte de Ink no pudieron faltar al ver que Cross no había captado el chiste.

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Al llegar a su "dulce hogar", lo primero que hicieron fue ir directo a la televisión.

Como pronto iba ser de noche, Ink pensó que estaría espectacular que pusieran una película de terror, iba a protestar mas recordó que era cumpleaños de éste y que era el que decía la última palabra.

—Tranquilo, no voy a poner algo que dé tanto miedo.

Una hora después se encontraba usando el cuerpo del contrario como escudo para las escenas donde sacaban uno que otro susto.

 —Cross, no es para tanto, además ya va a terminar.

—¿Pero qué dices? Si falta unos treinta minutos más.

—Ah, pues... Descanso para comer.

Tan pronto pausó la película, se levantó mientras tarareaba una melodía.

—Por cierto... —Antes de entrar a la cocina, se giró a ver al menor— Gracias por acompañarme este día.

—Bueno, ya sabes, somos amigos... —Comentó manteniendo su mirada en la televisión— Cuenta conmigo para lo que sea.

Cuenta conmigo para lo que sea.

—¿En verdad? —Pregunto y en silencio se acercó al sofá.

—No lo dudes...

Esa noche Cross no sabía si era necesario decir algo ese momento, así que solo atinó estrechar el cuerpo del más bajo una vez que estuvo a su lado.

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