Jugando Sucio |MiChaeng| [G!P]

Capítulo 17

A estas alturas ya había dado la vuelta a toda la manzana y, por segunda vez, se acercó a la casa con las flores blancas a ambos lados de la puerta principal y la piscina con el tobogán en la parte posterior. Ya había perdido bastante el tiempo. O ahora o nunca.

Los dos chicas de la pelota de béisbol seguían haciendo pases cuando Chaeyoung aparcó en la curva y se bajó del coche.

Los chicas dejaron de jugar y se detuvieron a mirar cómo Chaeyoung se acercaba a ellas.

—Eh —las saludó.

—Eh —contestaron al unísono, muy cautelosas.

—¿Es ésta la casa de Kim Heechul?

—Está dentro —respondió la más alta de las dos—. Es mi padre.

—¿Cómo te llamas? —preguntó Chaeyoung.

—Yeji.

—¿Juegas al béisbol?

Yeji asintió con la cabeza.

—¿En qué posición?

—Soy pícher.

—¿Sí?

—Del segundo equipo —confesó Yeji con timidez.

—¿Te gustaría jugar en el primer equipo?

Yeji miró a su amiga y luego otra vez a Chaeyoung.

—Claro.

—Pásame la bola.

Una vez más, Yeji consultó a su amiga con la mirada y después le pasó la pelota de béisbol a Chaeyoung, pero manteniéndose a un brazo de distancia.

—Es que la tiro muy floja.

Chaeyoung sonrió al oír esa expresión tan familiar para referirse a los lanzamientos lentos y con poca fuerza.

—Sí, a todos nos pasa de vez en cuando, pero puedes evitarlo. —Cogió la pelota con la mano derecha y apretó los dedos contra las costuras—. ¿Lo ves?

Extendió los brazos para que Yeji y su amiga observaran bien la pelota.

—Hay que mantener las yemas de los dedos en tensión sobre las costuras como si quisieras aplastar la pelota. Así, cuando la sueltas... —Indicó con un gesto a la amiga de Yeji que se pusiera en posición para coger el pase. La niña le obedeció de buena gana y Chaeyoung volvió a apoyar la mano en la pelota—... consigues más control, más puntería y más velocidad.

Lanzó la pelota. Salió disparada en línea recta y segura. La niña la atrapó. Chaeyoung levantó el pulgar para reconocer su logro y luego se dirigió a Yeji.

—Una bala en lugar de una bola floja.

Yeji levantó la mano para protegerse los ojos del sol.

—Eres Son Chaeyoung.

—Exacto.

—Tenía un póster tuyo en la habitación, pero mi padre me dijo que lo quitara.

Chaeyoung ahogó una risa.

—No me sorprende.

—¿Chaeyoung?

Se dio la vuelta. Un hombre delgado con pantalones cortos anchos, una camiseta agujereada y un calzado de deporte viejo acababa de abrir la puerta principal y estaba plantado en la entrada de la casa, entre los dos maceteros. Lo vio más calvo, pero las gafas eran las mismas que Chaeyoung recordaba de la última vez que Heechul la había entrevistado.