Jugando Sucio |MiChaeng| [G!P]

Capítulo 29

—¿Necesita ayuda, señora?

Mina se dio la vuelta, lista para aceptar el amable ofrecimiento. Pero cuando vio a Chaeyoung, su sonrisa se congeló y sus ojos se llenaron de señales de alarma.

—¿Qué hace aquí?

Chaeyoung levantó la enorme caja que Mina llevaba en los brazos, que parecían habérsele quedado muertos al verla.

—¿Adónde quería llevarla?

Mina seguía mirándola fijamente.

—Si no deja de mirarme así, va a llamar la atención de la gente —dijo Chaeyoung—. ¿Adónde quería llevar la caja?

—Al coche.

Señaló con la cabeza en dirección a las plazas reservadas para los ejecutivos en el es estacionamiento, no demasiado lejos de la entrada para empleados de la que acababa de surgir. Miró a su alrededor muy nerviosa. Había filas y filas de coches cociéndose bajo el sol abrasador, pero no se veía a nadie cerca, cosa que, para empezar, explicaba por qué transportaba la caja ella sola.

El edificio que albergaba las oficinas de la compañía aérea TwiceLights era una de esas estructuras contemporáneas tan famosas, construida en su mayor parte con cristal ensamblado con marcos metálicos. Así pues, todos aquellos que estuvieran mirando por las ventanas de ese lado del edificio tendrían una vista sin obstáculos del estacionamiento y podrían verla con ella, incluso era posible que alguno la reconociera.

Sin embargo, si no la hubiera tenido tan cerca, ni siquiera ella la habría reconocido. Había camuflado su aspecto con una gorra tipo bucket y unas gafas de sol. Se había puesto una camiseta de manga larga, de unas tallas más grande, unos pantalones cortos por la rodilla con las costuras deshilachadas, y unos converse viejos. Pero su estatura y complexión eran difíciles de disimular, aunque lo había intentado caminando un tanto diferente.

—¿Qué hace aquí? —repitió Mina.

—Sé que va en contra de lo acordado.

—Jackson se...

—Se volvería loco, lo sé. Pero era importante que la viera.

—Podría haberme llamado.

—¿Habría contestado a mi llamada?

«Probablemente no», pensó Mina.

—Bueno, el caso es que ha venido. ¿Qué es tan urgente? ¿Se retira del trato?

Chaeyoung se detuvo y se dirigió a ella.

—¿Quiere que lo haga?

—Bueno, cuando se marchó me dijo que no necesitaba toda esta mierda, ¿se acuerda?

—Y usted me recordó lo mucho que la necesito.

Se aguantaron la mirada durante unos segundos, y después ambas recordaron a la vez lo vulnerables que eran y lo fácil que sería que los vieran juntas allí, así que continuaron caminando hacia las plazas reservadas.

—¿Cuál es el suyo?

—El BMW negro.

—Abra el maletero con el mando.

Ella buscó las llaves, apretó el botón y la tapa del maletero se abrió automáticamente. Chaeyoung bajó la voluminosa caja y la colocó dentro.

—¿Qué lleva dentro? Para lo mucho que abulta, pesa muy poco.

—Una maqueta de avión. Me la llevo a casa.

—¿Para Jackson? He visto que hoy no ha venido a trabajar.