31. Decisiones

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[Hoseok]

Cuando menos lo pensé, pasaron algunos días después del accidente, y apenas me había dado cuenta. Los días pasaban de una manera tan extraña que difícilmente me enteraba de lo que sucedía a mi alrededor, aunque tampoco es que me esforzara en poner especial atención a lo demás. No es que no me interesara, tan sólo no le encontraba sentido a nada, y aunque mi familia y Jimin se preocuparan por mí, yo sabía que no se podía hacer nada con respecto a la situación, así que por eso mismo intentaba ignorarlos cada vez que intentaban "animarme" de alguna manera.

No sabía por completo si estaba mal, pero aunque sabía que debía dolerme lo que sucedía, no era capaz de sentir nada. Simplemente no podía tener las mismas emociones tan intensas como las sentía antes, e incluso si intentara sentir pena por mí mismo, tristeza por las personas que se preocupaban por mí, o la simple felicidad de estar vivo, no podía, y eso era un poco frustrante. Era como si de alguna manera hubiera perdido la capacidad de sentir cualquier emoción junto con mis piernas, y quizás, de alguna forma, hasta tenía sentido.

La única vez que pude sentir algo vagamente intenso, fue cuando escuché que mi madre gritaba fuera de la habitación, y por las palabras que decía, supe que eran dirigidas a Yoongi. Me molesté con ella, y se lo hice saber, diciéndole que ella no tenía ningún derecho de hablarle de esa manera a mi mejor amigo, aunque apenas me hizo caso, por lo que callé de nuevo, pues dijera lo que dijera, al final seguiría siendo el pobre chico que había perdido las piernas.

Comprendía que era fácil sentir lástima por mí, y sólo agradecía que casi nadie hubiera venido a ver mi desgracia. Los ojos llenos de pena de la gente me hacían sentir como un enfermo, casi como un estorbo. Era terrible sentirse de esta manera, porque no podía hacer nada por mí mismo, no era funcional en lo absoluto, estaba dañado y nada podría repararme de nuevo.

De pronto, sentí un poco de sed, pero me di cuenta que estaba totalmente solo. Mi madre se había ido a casa temprano y no sabía cuándo volvería, y estaba seguro de que Jimin había estado a mi lado hace un momento, pero ya no estaba. Miré la mesa portable, que estaba un poco alejada de la cama, por lo que no podía alcanzarla simplemente estirándome, alguien debía hacerlo por mí.

Sin embargo, viendo que estaba solo, se me ocurrió una idea, y pronto me incorporé en la cama. Como pude, intenté salir, moviendo mis piernas con mis manos y dejándolas caer por el borde de la cama con algo de dificultad. Miré el suelo debajo de mí y tragué saliva, dudoso de lo que haría a continuación. Sentí un pequeño miedo recorrer mi columna vertebral, pero al final bajé de la cama, como si creyera que mis piernas responderían y podría apoyarme en ellas.

Por supuesto, eso no pasó, y caí con fuerza en el piso helado de la habitación, quedándome sin aire por un momento gracias al impacto. Respiré con dificultad por unos segundos, y en ese momento Jimin entró por la puerta, alarmándose de inmediato por verme tirado en el suelo.

—¡Hoseok! —exclamó, acercándose rápidamente hacia mí.

Pronto, llegó a mi ubicación y se inclinó para ayudarme a levantarme.

—¿Estás bien? —cuestionó, haciendo que lo mirara a la cara antes de levantarme por completo.

—No —contesté.

—¿Te lastimaste? ¿Te duele algo? ¿Cómo caíste de la cama? —me invadió de preguntas, mientras me sentaba en la cama con cuidado. Aunque no lo pareciera, el chico era fuerte.

Yo miraba al suelo, sin poder contestarle nada, aunque al final hablé de todas formas.

—Creí que podría apoyarme con mis pies, pero estaba equivocado —murmuré.

Euforia (Vhope/Hopemin, Yoonkook, Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora