38. Paz

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[Namjoon]

La espera a que terminara la quimioterapia de Jin fue como una eternidad para mí. Me encontraba muy ansioso, y es que tenía miedo de que esto al final saliera mal, a pesar de haberle jurado a Jin que estaría bien. Probablemente estaba incluso más nervioso que él.

Chanyeol y Baek sólo me miraban caminar de un lado a otro en la sala de espera, charlando de la banda del primero y de la universidad y otras cosas. Yo no podía pensar en nada más que no fuera Jin, y aunque en un momento quise centrarme en preguntarle a Baek acerca de Tae, decidí dejar el tema, recordando cómo se había puesto cuando estábamos en la habitación con Jin. Quizás simplemente no era bueno revivir esos recuerdos, independientemente de lo que hubiera pasado; pero tampoco tenía duda en que me lo diría después, o eso esperaba.

Una hora después, la enfermera dijo que habían terminado, por lo que fuimos rápidamente con Jin, de vuelta en su habitación. Él estaba acostado en su cama, y tenía una mirada cansada. Al mirarme, me sonrió débilmente, y yo no pude hacer otra cosa más que acercarme a él y tomar su mano, mientras me sentaba a su lado.

—¿Cómo te sientes? —le pregunté, mirándolo atentamente.

—Estoy bien —dijo, sin apartar su mirada de la mía.

—No tienes que mentirme, lo sabes —le dije, llevando una mano hacia el cabello que caía sobre su frente para apartarlo suavemente.

—Nam...

—Es normal que se mire cansado —dijo la enfermera entones, interrumpiendo su leve murmullo —. Su cuerpo está procesando los medicamentos que acabamos de inyectarle. Podríamos darlo de alta si así lo desean, pero también nos gustaría mantenerlo en observación hasta mañana.

—Quizás es mejor si se queda aquí —le dije yo, asintiendo.

—Quiero ir a casa —intervino Jin entonces —. No quiero pasar otra noche más aquí, por favor.

Su súplica sonaba tan lastimera que por un momento no supe qué hacer. Quería que él se sintiera cómodo, pero también quería asegurarme de que nada le sucedería, y sentía que él estaría más seguro aquí si es que algo llegaba a suceder.

—No lo obligaremos a que se quede —dijo la enfermera amablemente —. Al final ustedes tienen la decisión. Los dejaré un momento.

Sin más, hizo una reverencia y entonces salió. Baek y Chanyeol se habían quedado cerca de la puerta, pero cuando la señorita salió, mi primo se acercó a la cama y se sentó en el borde de la cama.

—¿Estás seguro de que estarás bien? —le preguntó Baek, con preocupación en sus ojos.

—Claro que sí —respondió con una pequeña sonrisa —. Sólo quiero ir a casa y dormir lo que queda del día.

Baek y yo nos miramos a los ojos por un momento, pero supe que al final quien tenía la última palabra era yo. Solté un pequeño suspiro y entonces cedí. Sabía que se pondría necio si no lo llevaba a casa hoy, y lo último que quería era que se alterara por cualquier cosa.

—Iré por la enfermera para que te dé tu ropa y podamos irnos —le dije entonces, pero él no soltó mi mano, por lo que no pude irme, a pesar de que me levanté —. ¿Sucede algo?

Él tardó un momento en contestar.

—Gracias —susurró apenas audible, sonriendo de manera cansada.

Se notaba que le costaba hacer cualquier cosa, y eso me frustraba.

—Vuelvo enseguida, ¿de acuerdo? —prometí, para inclinarme y besar su frente dulcemente.

Euforia (Vhope/Hopemin, Yoonkook, Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora