33. Un poco de fe

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[Jungkook]

A pesar de que les había rogado a mis padres que me dejaran faltar a la escuela hasta que Yoongi se mejorara, no me lo permitieron. También me habían pedido que me disculpara con Jimin, pero él se había rehusado a escucharme, por lo que las cosas seguían igual de tensas entre nosotros, a pesar de que había intentado hablar con él. Tan sólo sabía que se comportaba más deprimente que de costumbre desde el jueves pasado, y me preguntaba si había sucedido algo en especial. Él no me lo diría aunque se lo preguntara; prefería no hacer preguntas.

Así que estaba en la escuela, sin dejar de contar los minutos para poder ir de vuelta con Yoongi y vigilar que no hiciera nada extraño. Estaba ansioso. La verdad, no había querido despegarme de él todo el fin de semana, ya que su intento de suicidio no había sido ninguna broma y temía llegar a casa y no encontrarlo, o encontrar su cuerpo. Tenía miedo de que hiciera algo que pudiera poner en riesgo su vida. No era poco probable que lo hiciera estando como estaba.

También, se había comenzado a portar un poco extraño, como si estuviera demasiado distraído en sus pensamientos, casi como ido. Por esa misma razón no había querido mencionarle acerca del teléfono de Minho que Jackson me había dado antes, y temía hacerlo. No sabía por completo cuándo podría ser un buen momento para poder dárselo, así que por el momento tan sólo lo guardaba en mi mochila, llevándolo conmigo todo el tiempo.

Cuando por fin la hora del entrenamiento llegó, la última hora que quedaba para ir a casa, noté que Kai no estaba, y al preguntar por él me dijeron que no había siquiera asistido a clases. Por supuesto, no le tomé demasiada importancia al principio, pero mientras el entrenamiento pasaba no pude evitar sentir una mala sensación. Yoongi no había contestado ninguno de mis mensajes, y yo ignoré ese hecho pensando que quizás sólo seguiría durmiendo, pero ahora me preguntaba si era por algo más.

Comencé a sentirme ansioso en medio del entrenamiento, pero no podía sólo irme, por lo que tuve que esperar a que terminara, y una vez que lo hizo me fui con rapidez, sin esperar siquiera a Yugyeom; no tenía tiempo.

Mientras me dirigía al departamento de Yoongi, que quedaba más cerca de lo que antes quedaba su casa, le llamé un par de veces, pero no contestó ninguna vez. Una sensación terrible se anidaba en la boca de mi estómago, y mi cuerpo por completo estaba inquieto por la preocupación irracional que me encontraba sintiendo.

Al llegar al departamento, con la copia de la llave que yo tenía, abrí sin siquiera tocar, y al entrar pude percibir un olor extraño. No había rastros de nada ni nadie extraño en la sala de estar ni en la cocina, pero escuchaba voces en la habitación del chico y música leve. De ahí provenía el olor que percibí al entrar, y a pesar de que mi cuerpo se relajó al saber de qué se trataba, otra parte de mí más bien olía a peligro. Era marihuana.

Abrí la puerta entreabierta sin tocar, dejando salir el humo que se había arremolinado ahí dentro, dejando que me pegara en el rostro. Mi cuerpo se tensó en ese momento. Nunca me había considerado un adicto a nada en específico, pero aquel aroma me recordaba lo relajante que se sentía consumir esa cosa, y por un momento mi cuerpo pidió a gritos volver a probarla. Sin embargo, aquello no se trataba de mí, debía centrarme en Yoongi.

El chico se encontraba acostado en su cama, con una camisa sin abotonar, con unos jeans y los pies desnudos. Su cabello sestaba alborotado y fumaba un cigarrillo. En el suelo, junto a él, se encontraba sentado Kai, fumando también, aunque él cambio estaba fumando marihuana, con la cabeza recargada en el borde de la cama.

Ambos voltearon a verme cuando entré, pero no dijeron nada, Kai ni siquiera hizo por saludarme, y yo me quedé por un momento petrificado en la puerta, sin saber qué hacer. Tenía algunas emociones encontradas.

Euforia (Vhope/Hopemin, Yoonkook, Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora