22. Novios

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[Hoseok]

Me encontraba con Jimin de camino a la habitación de Baekhyun, en el hospital. Jin le había avisado temprano y el chico, casi sin pensar, me propuso venir juntos. Al principio dudé, pero sentí que era algo que debía enfrentar por fin y aclarar las cosas con él. Hubiera pasado lo que hubiera pasado entre nosotros, debíamos dejar nuestras diferencias atrás e intentar convivir de la mejor manera, además de que pensaba decirle que estaba libre de intentar lo que quisiera con Tae, quien seguramente estaría feliz con la noticia de que ya había despertado.

Cuando llegamos al pasillo donde estaba el cuarto de Baek, nos encontramos a Jin frente a su puerta, como si nos estuviera esperándonos.

—Hola, chicos —nos saludó a ambos, primero abrazando a Jimin y entonces a mí también.

Ambos le regresamos el saludo, pero no nos dejó pasar incluso después de eso.

—¿Cómo está? —cuestionó Jimin.

—Sobre eso... —comenzó Jin, aunque no parecía tener las palabras adecuadas para hablar. Soltó un suspiró y habló de nuevo, ya más sereno —. Él no puede hablar, ¿de acuerdo? Por el momento sólo podrá escucharlos y quizás decir uno que otro monosílabo, pero será todo, y tampoco puede moverse muy bien —expuso.

Después nos explicó el daño que se hizo en el cerebro al golpearse, para terminar diciendo que se mejoraría con el tiempo, sonriendo. Por lo menos ahora no nos sorprenderíamos por el hecho de que no nos diría nada, pero no sabía qué tan bueno era eso ahora que pensaba arreglar todo. Quizás las cosas tendrían que esperar, después de todo.

Fue entonces que los tres entramos a la habitación, donde estaba Baek sentado en su cama y Nam a su lado, en una silla.

—Mira quienes vinieron a verte, Baeki —le dijo Jin al entrar alegremente, mientras nosotros íbamos detrás de él.

El susodicho nos miró con duda, y entonces volvió a mirar a Jin, como si esperara una respuesta a una pregunta que jamás se hizo.

—Son Hoseok y Jimin —volvió a hablar el mayor.

Al escuchar mi nombre, Baek abrió mucho los ojos y entonces sonrió, para después levantar su mano y agitarla suavemente en el aire, como saludándonos con ella. Por un momento dudé en que su sonrisa fuera real, aunque parecía auténtica.

Aun así, Jimin fue el primero en acercarse y se sentó en una de las sillas, quedando cerca de él.

—Es genial que ya hayas despertado —le dijo, tomando una de sus manos —. Los chicos me preguntan por ti todo el tiempo, también están muy preocupados por ti.

Baek ladeó la cabeza, como si no entendiera las palabras de Jimin.

—Oh, cierto —habló Jin de pronto, como si hubiera recordado algo —. Olvidé mencionar que su memoria no está del todo bien. Al parecer regresó en el tiempo poco más de cinco o cuatro meses atrás, cuando todavía vivíamos en Japón.

Eso lo explicaba. Estaba seguro de que si recordara todo lo que sucedió, no nos daría una sonrisa tan cálida al vernos.

En ese instante, Jimin le soltó la mano.

—Lo lamento —le dijo con tono apenado —. Debe ser raro que un extraño te tome la mano de esa forma.

Sin embargo, a pesar de las palabras del azabache, Baek tomó una de sus manos de nuevo y le sonrió con amabilidad. Fue aquella acción la que me motivó a acercarme y sentarme a un lado de Jimin, aunque yo no tomé su mano. Jamás habíamos sido así de cercanos.

Euforia (Vhope/Hopemin, Yoonkook, Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora