15. Lo mejor

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[Namjoon]

Estaba en casa con Jin, mirando una película en la sala de estar. Él tenía su cabeza descansando en mi hombro, acurrucado a mi lado. Baek había ido a una fiesta, por lo que estábamos solos en casa.

Era una noche tranquila, y sentía que no podía pedir nada más al tener a Jin a mi lado. Y pensar que meses atrás vivíamos casi en guerra, pero ahora éramos más unidos que nunca, como si esos largos años de constantes peleas jamás hubieran sucedido.

Justo ahora, él era lo más importante que tenía conmigo, sin contar a Baek, y no podía sentirme más feliz de ver mejoras en su condición. Se veía tan saludable, tan fuerte, pero había querido esperar a los resultados de los últimos estudios para permitirle conseguir un trabajo mientras el siguiente año escolar comenzaba y ambos comenzáramos con la universidad.

Las cosas parecían mejorar, y eso era lo que me permitía dormir cada noche.

En algún momento de la película, lo volteé a ver y, como si hubiera notado mi mirada, también me miró. Me sonrió unos segundos después y estiró su cuello para dejar un suave beso en mis labios. Jamás me cansaría de sentir aquella dulzura.

Terminé besándolo de nuevo, esta vez de una manera un poco más profunda, mientras ambos escuchábamos la película de acción reproducirse en la televisión, pero nada más nos importaba, sólo ese pequeño momento.

Pronto, lo tumbé en el sofá y dejé que mis manos acariciaran su cuerpo por sobre su ropa, mientras sentía sus manos levantar mi camisa poco a poco, descubriendo mi espalda y acariciándola suavemente en el proceso, quemándome deliciosamente con su cálido tacto.

Sin embargo, cuando iba a colar mis manos por debajo de su remera, el teléfono de casa comenzó a sonar y fue cuando nos separamos, pero no me retiré de él, sino que lo miré desde arriba con cierta gracia.

—Debemos contestar —me dijo, sin moverse.

—Pueden esperar —murmuré, inclinándome para comenzar a repartir besos por su cuello.

—Nam... tal vez sea importante —murmuró con la voz temblorosa, lo cual me hizo reír.

Me separé de él, sólo para verlo, pero tuve que ceder.

—De acuerdo, pero no vas a poder escaparte de mí —bromeé, para darle un último y rápido beso y volver a sentarme, mientras él se levantaba y contestaba.

—¿Sí?... sí, él habla... ¿Qué? ¿Ya le informaron a su hijo?... Entiendo, iré en cuanto antes, gracias.

Había sido una charla rápida, pero se notaba que no habían sido buenas noticias, por la expresión de Jin.

—¿Sucedió algo? —le pregunté.

—La señora Lee tuvo un colapso repentino —respondió, con la voz ciertamente temblorosa —. Los médicos temen que no pueda estabilizarse y quizás sean sus últimas horas de vida.

Me levanté de inmediato cuando terminó de hablar, ya que sus ojos habían comenzado a brillar, y supe que la noticia lo había destrozado. Me acerqué y lo abracé suavemente.

—Vayamos a cambiarnos y hay que irnos —le dije segundos después, cuando me separé de él, secando sus lágrimas.

Jin asintió y entonces ambos subimos a nuestra habitación. Sin decir nada, él dejó un pantalón en la cama y una camisa, para después quitarse la ropa sin vergüenza alguna. De reojo, mientras yo mismo me cambiaba, lo observaba, admirando su escultural y hermoso cuerpo. Todo de este hombre era tan perfecto.

Sin embargo, incluso después de ponerme los zapatos, él aún no se había puesto la camisa, sino sólo el pantalón, y se miraba en el espejo, como pensativo. Iba a preguntarle qué hacía, cuando noté que con una de sus manos estaba repasando las marcas de las jeringas que habían quedado en sus brazos y cuerpo cada vez que le sacaban sangre por las diferentes muestras para los exámenes que le exigían en el hospital.

Euforia (Vhope/Hopemin, Yoonkook, Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora