Bebé bestia.

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Tortura.
Esa era la palabra que definía perfectamente a las siguientes semanas.

La joven humana no fue capaz de volver a dejar el futón.
No había día en que los mareos y los vómitos la dejaran tranquila, impidiéndole comer, levantarse o incluso dormir.
Y por si eso fuese poco,  una recurrente fiebre alta comenzó a aquejarla también.

El dragón se esmeraba en cuidar de ella minuciosamente y comenzaba a perder la calma al darse cuenta de que ella no mejoraba...no podía mentir. Estaba preocupado.

Aquel era un día oscuro y una fuerte tormenta de granizo azotaba el exterior.
La bestia había encendido todos los fuegos del palacio, con la intención de mantener la roca caliente y parecía haberlo conseguido exitosamente, cosa que lo hizo casi enloquecer cuando, al llegar a la habitación de su concubina, ésta estaba completamente encogida bajo sus mantas, temblando de frío descontroladamente...

-----Oye, Rin! -----La llamó con severidad como era su costumbre, descubriéndola un poco para ver su rostro. ------Que sucede?! Que tienes?!

------Ha...hace...hace mucho frío...------Respondió ella sin poder dejar de tiritar.

-----No...eso... No es verdad, está calido aquí dentro. ------Señaló él sin entender que era lo que le ocurría.
Con el dorso de su mano palpó la frente de la castaña, comprobando que no tenía fiebre, sino todo lo opuesto...------Estás helada.------Observó. Miró entonces los dedos de las manos de la chica...estaban casi azules. -----Mierda!------Se quejo y entonces, rápidamente se deshizo de sus ropas para luego, comenzar a transformarse en la fiera criatura que era realmente.
El gran dragón blanco emergió por completo y de inmediato, pasó a enroscar su cola alrededor de la mujer humana y a penas se tendió a su lado, algunas de sus escamas se tornaron rojo vivo, como fuego dentro de un carbón blanco.
Rin pudo sentir la piel del reptil volverse mucho más cálida al poco tiempo y ése calor paso a ella rápidamente, disolviendo el frío que creyó hacia un momento, iba a matarla.

------Dios...-----Suspiró ella con alivio. ------Gracias, Sesshomaru. ------Le expresó sincera.

El dragón se asomó al ovillo que formaba su cola, dentro del cual yacía la joven humana; la olfateó minuciosamente y rozó su cabeza con su nariz, comprobando que estaba cálida nuevamente, suspirando aliviado al darse cuenta de que así era.

Acarició más a la mujer con su nariz, rozando su costado y su brazo, para luego, pasar a empujarla suavemente, intentando llegar a su vientre...

------Tranquilo...-----Le consoló ella, recostándose de forma que la criatura pudiera llegar a su abdomen. ------Creo que está bien...----Informó.

Los ojos de ambos se encontraron entonces, los de él mostraban cierto grado de angustia y los de ella buscaban tranquilizarlo.
Acarició su frente escamada con su frágil mano y soltó un suspiro...

------Todo va a estar bien, bestia. ------Le prometió.

Retiró su mano de la cabeza de la criatura y terminó de recostarse completamente boca arriba; con sus manos comenzó a desatar la cinta de su yukata y ante los ojos desconcertados del dragón, abrió la prenda parcialmente, dejando ver parte de su cuerpo desnudo...

------Mira...------Señaló llevando sus manos alrededor de su vientre bajo. ------Ya está empezando a notarse...lo ves?? ------El dragón prestó atención a lo que la humana le mostraba y de inmediato pudo ver que tenía razón.
Su vientre siempre había sido completamente liso y ahora, pese a estar completamente boca arriba, podía ver sobresalir una curvatura en su bajo abdomen.
La bestia pasó entonces su nariz por aquella zona con inmensa suavidad y cuidado, expresando así su dicha...     

------Aún no lo he sentido moverse...-----Decía ella. -----No se cuando se supone que debo sentirlo pero...yo creo que está bien. Si no lo estuviera, no estaría creciendo, no es así?------El dragón no respondió, solo continuó pasando su nariz por el abdomen de la chica.
Ella soltó un gran bostezo y se removió en su acogedor y cálido lecho...

-------Creo que bebé bestia tiene sueño...------Dijo, cubriendo su cuerpo con sus mantas y acurrucándose sobre su lado izquierdo. ------Gracias de nuevo...Sesshomaru.

La vio quedarse dormida y decidió no volver a marcharse.
Dejó que su piel la siguiera calentando y usando una de sus alas, cubrió el ovillo a su alrededor, permitiéndole dormir a oscuras...

EMPIRE GRAGON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora