Salvación.

1.1K 101 9
                                    

El siguiente par de semanas ni siquiera le dirigió la mirada.
No podía mirarlo y por su puesto que tampoco lo quería cerca...
Le daba asco solo pensar que, a fin de cuentas, estaba prestando su calor para un ser que probablemente acabaría asesinando a penas naciera.
Le daba rabia y sentía un infinito remordimiento, pero estaba dispuesta a cualquier cosa para que eso no ocurriera.

Durante esos días solamente tuvieron contacto cuando el entraba a la habitación y la rodeaba con su cola para regular la temperatura del frío que ella gestaba.
De ahí en más, el solo le daba la comida durante la noche cuando ella dormía.

Él asumió que ella se habría resignado al saberse impotente y al no tener escapatoria.
Pensó que dejar de hablarle y de mirarlo era su forma de protestar, pero no le interesaba. Al final, tener una relación con ella no le interesaba en lo absoluto.
Pensó que se habría dado por vencida.

Sin embargo, una mañana, ella se despertó más temprano de lo usual.

Se quedó en silencio unos segundos en la habitación, intentando percibir algún ruido del exterior, pero no hubo nada...
Se asomó por las puertas y comprobó que el palacio parecía vacío...

------Sesshomaru?-----Llamó. Guardó silencio unos segundos esperando una respuesta... Nada. ------Sesshomaru!!-----Volvió a intentar, esta vez con más fuerza, pero nuevamente, no hubo resultado.

Una sensación de victoria llegó a su pecho. Ella había estado esperando ese día. Ese momento.
El día en el cual la bestia se marchaba rumbo al profundo océano para conseguir mejor pescado, el cual duraría por un par de semanas más antes de que tuviera que ir de nuevo. Y es que una bestia tan grande, necesita peces grandes para alimentarse, y esos no se encontraban en los lagos, ríos ni aguas poco profundas.
Ella conocía esa rutina. Sabía que no volvería sino hasta caída la noche... Sabía que esa era su oportunidad.

Rápidamente tomó su abrigo y tan rápido como pudo, salió de la habitación.

Durante su estancia en aquel lugar había aprendido que, sin un par de alas que le permitieran simplemente saltar al fisco y elevarse en el aire, le sería casi imposible bajar de la montaña, pero esta vez, estaba determinada a lograrlo. Tenía que hacerlo...

Bajo de la torre, corrió por los pasillos y hábilmente busco una salida; encontrándola al poco tiempo...
Una de las tantas salidas del palacio, pero como todas, desembocaba directamente en el risco.
No tenía opción.
Estaba determinada a salir de ahí para al menos intentar proteger al ser que llevaba y a quien sentía tan suyo como propiamente de la criatura que lo había engendrado.

Miró la roca húmeda y busco con la mirada alguna en la que pudiera apoyarse para empezar a bajar...
No tardó mucho en ingeniárselas, víctima de su desesperación, comenzando a bajar por la montaña, aferrándose a la roca con sus manos, de tal forma que sangró y luchando porque sus pies no resbalaran.

Resbaló muchas veces y tropezó otras cuantas...
Cada paso parecía más y más difícil que el anterior...

------Dios...-----Lloró la joven ya agotada y dolorida mientras permanecía aferrada al risco, unos cuantos metros sobre la el final de la montaña, la cual era perfectamente Lisa al final, impidiéndole ir más abajo... -------- No puede ser...------Se quejó al darse cuenta de que su única opción era saltar desde esa altura...--------Muy bien...-----Suspiró intentando serenarse. Soltó una de sus manos de la roca y con ella acaricio su barriga...-------No te asustes, pequeño, bien? Solo...por favor aguanta un poco.

Respiró profundamente un par de veces, intentando darse valor y finalmente, lo hizo.

Soltó el risco y se impulsó hacia atrás para evitar golpear las rocas.
Tuvo el tiempo suficiente para rodear su abdomen con sus brazos y cuando calló, sorprendentemente sus pies tocaron el suelo primero, antes de caer de lado sobre uno de sus codos, pero ya no con toda la fuerza de la caída.

EMPIRE GRAGON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora