EMPIRE GRAGON.

La respuesta.

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En sueños podía escucharla llorar...
Escuchaba a la pequeña bebé llorar desconsoladamente...
Intentó despertar con toda la fuerza de su voluntad pero era inútil... Todo le pesaba: su cuerpo, sus ojos, sus brazos, sus piernas...
Todo pesaba...
Todo dolía...

Todo lo que quería era a su bebé... En donde estaba ahora???

----- Mi... Mi bebé...------ Murmuraba entre sueños, no sabía si en su cabeza o directamente desde su boca, pero cuando el llanto dejó de oirse, fueron sus propias palabras las  que la atormentaban: ------ No... No le hagas daño.... Se... Sesshomaru... Mi bebé.... Nuestra bebé...

Sus ojos se abrieron tan despacio que ni se dio cuenta...

Todo estaba tan oscuro que creyó que seguía hundida en la inconsciencia.
Su agotado cuerpo no se movía... Ni siquiera sabía que estaba despierta y menos aún que estaba viva...
De repente, el eco del recuerdo de aquel llanto la hizo dar un vuelco al corazón, como si un rayo la hubiese golpeado y reanimado, haciéndola incorporarse de golpe....

------- Sesshomaru!!!!! ------- Clamó al fin desde el fondo de su pecho, hallándose sentada en un lecho limpio y seco, cubierta por sábanas blancas, en medio de aquella misma habitación en que había dado a luz, oscurecida por la falta de la luz del día y ligeramente iluminada por el fuego de la chimenea.

Fue entonces que lo vió:
El peliblanco estaba de pié frente a la gran ventana de la habitación, recargado en una orilla y con la mirada baja, clavada en el interminable risco de la montaña...
A penas escuchó el entrañable llamado de la mujer, la criatura volteó a mirarla, sin expresión alguna en el rostro...

------- Se.... Sesshomaru... ------- Tembló ella al verlo empezar a acercársele... Estaba solo... No llevaba nada en sus brazos ni en sus manos... ------- D...do... dónde está???

------- Despertaste...------ habló él tal como si no hubiese oído nada de lo que ella decía. ------- Finalmente...

------ DÓNDE ESTÁ, SESSHOMARU???!!!! ------- Bramó ella sintiendo que su pecho se iba a desgarrar mientras lágrimas ardientes comenzaban a correr por su rostro. ------- Q...que le hiciste??!!!! EN DONDE ESTÁ MI BEBÉ????!!!!

La bestia no respondía, pero antes de que Rin perdiera la cordura, un suave, diminuto y hermoso llanto se hizo escuchar...

Ella sintió un escalofrío recorrerla, al tiempo que sus ojos se abrían enormes...
Sesshomaru se dio media vuelta sin decir nada y fue directamente hacia la chimenea en donde al pié de ésta había una especie de pequeño nido de mantas que Rin no había notado y del cual, el peliblanco sacó un pequeño bultito de mantas igualmente blancas que acunó perfectamente en sus fuertes brazos y caminó con él hasta llegar a la humana...

Ella lo miraba completamente descocertada y él no hacía gesto alguno todavía, solo se inclinó y le extendió el bultito que llevaba, ella alzó sus brazos y lo tomó inmediatamente, acercándolo hacia sí para contemplar lo que había en el interior...

------- Por dios!!! ------ lloró la joven mujer al ver nuevamente a su preciada bebé envuelta entre las mantas mientras no dejaba de llorar. ------- Oh por dios, mi amor!!!! ------ Sollozó pasando a abrazar a la recién nacida criatura. ------- Aquí estás... Aquí estás... ----- le lloraba llena de alivio y regocijo...

------- No tiene dientes...------ Habló de repente Sesshomaru, llamando la atención de Rin.

------- Q...que...?------ El descocierto no abandonaban a la joven... A caso estaba soñando??? A caso había muerto??

------ Que no tiene dientes. ------ Reiteró el peliblanco sin dejar aún su inexpresión tanto en la mirada como en la voz. ------ Necesita que la alimentes.

Rin calló en cuenta de lo que la criatura decía, miró a la bebé que lloraba en sus brazos y se dio cuenta de que era verdad: la pequeña había nacido sin dientes, tal como un bebé humano.

------- Cielos... Es verdad...------ Se secó las lágrimas con una de sus manos...-------- Hola otra vez, mi amor... Tienes hambre? ------- Cuidadosamente, pasó a descubrir su pecho, abriendo la yukata limpia que llevaba puesta...------- Ven aquí...------- Descubrió un poco a la recién nacida criaturita, permitiendole acomodarse por si sola mientras la ayudaba a prenderse a su engrandecido seno.
La pequeña pareció guiarse perfectamente por sus propios instintos y a penas olió la leche de su madre, se prendió a su pezón con fuerza y anciosa, comenzó a succionar para alimentarse....  ------ Eso es, corazón...------ Sonrió Rin, acariciando la cabecita de la bebé. ------- Buena niña... ------ la observó por unos segundos y posteriormente, miró a Sesshomaru, éste aún tenía la mirada fría, clavada en la bebé que la humana alimentaba, sin embargo, había cierto rastro de algo más en su rostro... Algo que parecía curiosidad??? Desconcierto quizá...

Para sorpresa de la joven, el dragón se acercó más y se arrodilló frente a ella, demasiado cerca de la pequeña criatura que se alimentaba de su pecho y por instinto, ella la sujetó con más fuerza contra su pecho en un gesto de protección y de recelo...

------- No le hagas daño...------- Le pidió ésta vez más en tono de orden que de súplica... ----- No voy a dejar que la lastimes, Sesshomaru. ------ Le advirtió mirándolo a los ojos casi de forma retadora. Él alzó su vista y le correspondió...------ Si... Si la tocas, vas a tener que matarme a mí también.

El dragón inhaló aire profundamente y se apartó un poco de la mujer alzando el mentón .
Exhaló ampliamente y su mirada se hizo más seria... Rin tragó pesado y sostuvo a su hija con firmeza, sin dejar de mirar a los ojos a la bestia.

Se quedaron mirándose en silencio como si con sus ojos estuvieran librando una batalla a muerte... Permanecieron así varios segundos hasta que el peliblanco dirigió su atención nuevamente a la cría recién nacida...
La contempló fijamente por un largo instante. No había expresión alguna en su rostro, solo miraba a la bebé mientras Rin esperaba alerta a qué dijera o hiciera algo, sin embargo, no ocurrió.

Todo lo que hizo después de unos segundos fue volver a ponerse de pie.
Rin retrocedió con recelo pero la bestia no hizo nada más que darse media vuelta y empezar a caminar en dirección a la puerta...

------- Sesshomaru!!! ------ Lo llamó la humana de nuevo, haciéndolo detenerse, pero sin voltear a mirarla.------ N...No le harás daño??

El peliblanco guardó silencio un momento y luego respondió antes de reanudar su paso:

------ No me preguntes tonterías.

Rin no supo que esperar de aquella respuesta...no era un si, ni tampoco un no pero antes de que pudiera exigir algo mejor, Sesshomaru se detuvo nuevamente justo antes de salir por la puerta y mirándola ligeramente por sobre su hombro, dijo:

------ Tiene tus ojos.

El rostro de Rin mostró sorpresa y desconcierto, miró a la bebé que se mantenía prendida a su seno ahora con sus ojitos rasgados completamente abiertos, notando de inmediato que su iris era pardo como el de ella, al tiempo que escuchaba la puerta de la habitación cerrarse...