Vuelve.

1K 105 6
                                    

No se había dado cuenta de lo agotada que estaba hasta que casi desfalleció.
Calló sobre las pocas sabanas que quedaban de su futón una vez que sus piernas no respondieron más.
Se percató de su respiración agitada, sus piernas y brazos ardían, sus pies estaban heridos por los cristales rotos de la ventana y aún sangraban...
Dirigió su vista a la ventana rota... Era el atardecer... Nuevamente estaba oscureciendo. Había estado trabajando todo el día en salvarle la vida al dragón y ni siquiera se detuvo a descansar para beber o comer algo...

Pensó en su bebé.

Sin levantarse y cómo pudo, se quitó la tela que se había envuelto alrededor para pasar a posar sus manos en su vientre, por sobre la yukata llena de sangre que portaba...

------Bien hecho, mi pequeño...-----Felicitaba al no nato. -----Fuiste muy fuerte... Bien hecho.

Miró hacia donde yacía el gran dragón. Completamente inherte e inconsciente. Se había quedado dormido dada su debilidad, pero podía estar tranquila. Estaba fuera de peligro. Ahora todo dependía de el.

Miró hacia la puerta abierta de la habitación y pensó en el jardín... Tenía hambre y sed, pero no era capaz de si quiera arrastrarse hasta allí para cortar algo de fruta de los árboles y beber del manantial.
Estaba exhausta.
Pero sabía que no se trataba necesariamente de ella... Si no comía y bebía pronto, la criatura que gestaba podría sufrir las consecuencias.

Se levantó débilmente. Sintiendo que sus ojos se cerraban.
No pudo ponerse de pie en parte por el cansancio y en parte porque su adrenalina había bajado y ahora sus heridas eran terriblemente dolorosas.
Se fue a gatas hasta el jardín, en donde prácticamente se abalanzó al pequeño manantial y bebió como nunca en su vida.
Tomó las frutas que habían caído de los árboles y las comió. Gracias a eso tomó fuerza suficiente para ella misma bajar más de ese dulce alimento, sin embargo, dada la temporada ya no había demasiado y cuando se agotó ella pudo sentir que había sido insuficiente.
La cría en su interior protestaba pidiendo más alimento... Pero algo más que fruta. Rin sabía que quería carne. Y es que eso se había convertido en el alimento principal de su dieta desde que había concebido... El Niño que esperaba era un dragón y necesitaba carne más que cualquier otra cosa.

------ Tendrás que aguantar un poco, bebé bestia...-----Hablaba con su hijo mientras tomaba fuerzas sentada bajo uno de los árboles del jardín. -------Papá nos traerá mejor comida cuando esté mejor, de acuerdo? Solo resiste un poco.

Volvió a la habitación a rastras, sintiendo un fuerte escalofrío a penas cruzo la puerta y es que el gélido viento de la noche comenzaba a entrar por la ventana rota...

-----Oh, no...-----Expresó la joven casta.a, mirando hacia la chimenea. Se había por completo. -----Rayos!! -----Se quejó.

Intentó ponerse de pie pero sus heridas eran dolorosas, así que volvió al suelo de rodillas y nuevamente a gatas, fue a donde yacía el gran dragón blanco...

------Sesshomaru...-----Le llamó. ------Necesitamos fuego...------Le pidió intentando despertarlo a base de caricias en la cabeza. ------Por favor... Puedes encender la chimenea?..-----La bestia no respondió. Estaba completamente inconsciente y débil...------Dioses...------La joven miró por la habitación y observó que no tenía más sabanas si quiera para armar una buena cama y poder resguardarse del frío.

Tomó lo poco de sabanas que le quedaba y sacó todas sus yukatas; puso todo en el suelo formando una pequeña cama improvisada lo más cerca del dragón que pudo para que este la protegiera del frío con su cuerpo.

Todo se quedó en total penumbra y en silencio al poco tiempo.
Rin se acurrucaba tan cerca de la bestia cómo podía, intentando refugiarse del viento gélido que entraba por la ventana rota.
Pensó que tal vez estaría mejor si se fuera a otra habitación del palacio, pero temía dejar a Sesshomaru solo, así, tan debil como estaba.
Comenzó a llorar cuando todo lo acontecido desde el día anterior le pesó demasiado...
Estaba asustada.
Si bien había logrado sanar las heridas del dragón, este había perdido demasiada sangre . No sabía si aún después de eso sobreviviría, además de que desconocía si podría enfermarse a causa del metal que lo había herido o por cualquier otro factor... No quería que muriera. No solamente porque ahora ella y su bebé dependían de él sino porque sentía que no lo merecía.
Le daba rabia solo pensar que el gran dragón fuese a morir a manos de humanos.... No merecía eso, él no.

----- Bestia...------Le llamó poniendo su pequeña mano sobre su enorme garra delantera .------No te des por vencido,,por favor... ------Lloró...------No mereces esto. No mereces morir, Sesshomaru. Por favor, vuelve con nosotros.

EMPIRE GRAGON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora