El momento de la verdad.

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Pasaron las semanas y antes de que se dieran cuenta, éstas se convirtieron en meses.
Meses en los que sus miedos, preocupaciones y preguntas se hacían cada vez más presentes y más grandes a medida que la llegada de la cría que habían concebido se acercaba...

Rin había querido que dejaran de hacer el amor cuando se tornó mucho más difícil para ambos, pero especialemente para ella ya que no solamente su barriga llegó a estar demasiado crecida, sino que ya era costumbre que todo su cuerpo se sintiera irremediablemente dolorido todo el tiempo.
También empezó a tener contracciones y éstas se hacían más fuertes y constantes si hacían el amor, cosa que preocupaba a Rin, haciéndola temer que el parto pudiera precipitarse, sin embargo y pese a todas las quejas y malestares de la joven humana, la gran bestia no dejaba de estar deseosa... Por el contrario. Cada día que pasaba, parecía más y más ancioso. Así que rara vez le quitaba las manos de encima mas que los dias que le correspondían para descansar y que ella empezó a desear nunca se terminaran...

Si bien la angustia de ambos iba en aumento conforme pasaban los días respecto a cómo podría resultar todo durante el nacimiento del crío, algo mas preocupaba a la futura madre y eso era el sexo de su bebé..
Rogaba a todos los dioses del universo porque fuera lo que fuera, varón o niña, a Sesshomaru no le importara y no cumpliera su promesa atroz de deshacerse de él si nacía siendo una niña... En verdad esperaba que solo le importara que fuera un bebé sano y hermoso. Nada más...

La angustia de ambos se volvió mucho mayor cuando Rin calculó que estaban finalmente dentro de la semana más probable en que podía dar a luz, sin embargo, esa semana pasó y la siguiente y la siguiente y nada parecía suceder.
Sabían que su hijo estaba bien, tal vez ya no se movía tanto como antes dado en reducido espacio que ya tenía, pero su progenitor podía escuchar y sentir su corazón latir normalmente, además de que era obvio que continuaba creciendo...Rin llegó a temer que creciera demasiado.

El dragón no dejó de hacerle el amor a la mujer entonces ni un solo día, esperando así no solo saciar su interminable deseo por la mujer, sino que las cosas se aceleraran un poco y la joven humana finalmente diera indicios de dar a luz pronto.

Pasó casi un mes y el día finalmente parecía haber llegado...
La barriga de Rin había caído un par de días antes y al poco tiempo comenzó a mostrar signos de dolor constante.

El dragón finalmente la dejó en paz entonces. Sabía que la llegada de su cría estaba al fin realmente cerca y no tenía intenciones de complicar las cosas de alguna manera para la joven humana, así que aguardó pacientemente por un par de días más y su paciencia finalmente fue recompensada...

Era obvio que ella sentía dolor...

Se movía lo menos posible y cuando lo hacía, lo hacía lento y suave mientras su rostro mostraba gestos de vez en cuando... En verdad estaba cerca, sin embargo y pese que a cada momento que pasaba era mucho más evidente, Rin parecía decidida a disimular lo mejor posible lo que ocurría...
Su miedo había llegado al límite y pese a que deseaba que el bebé que llevaba naciera pronto y su dolor terminara, deseaba también poder darle tiempo si era una niña, antes de que el gran dragón se diera cuenta...

Pasó un día y una noche y para cuando la luz del sol asomaba nuevamente, ambos sabían que el momento había llegado...

Un grito terrible resonó en las rocas del palacio.

El gran dragón voló por el lugar apresuradamente, tomando su forma más sencilla a penas pisó el suelo frente a la puerta de la habitación de Rin, entrando a pié a toda prisa...

La miró y tragó pesado: ella estaba sobre su futón de rodillas... Jadeaba y toda ella estaba empapada en sudor. El dolor y la agonía estaban presentes en su rostro... Parecía estar a punto de morirse...

------ GGGGGAAAAAAAAAAHHHHH!!!!! ------- Volvió a gritar ella, haciendo a la criatura salir de su shock para acercársele, arrodillándose frente suyo... ------- Ya... Ya viene, bestia...------ Advertía Rin entre jadeos desesperados. ------ OH, DIOS... OH DIOS!!!!! ------- Sesshomaru la vio apretar las sábanas del futón entre sus manos con tanta fuerza que sus dedos se tornaron blancos, al tiempo que su rostro se apretaba de nuevo y volvía a gritar..  -------- AAAAAAAAAHHHHHH!!!!! ------ En ese momento, tanto el dragón como la humana pudieron escuchar algo similar a un pequeño estallido, mientras un olor similar al mizcle parecía llenar la habitación y tanto las prendas de la mujer como el futón debajo suyo, se empapaban de un líquido caliente... ------ DIOS!!!! SESSHOMARU!!!! ------- Llamó la mujer en un grito desesperado, soltando las mantas que tenía sujetas, para pasar a tomar al peliblanco por las piernas, clavando sus pequeñas y frágiles uñas en ellas... -------- OOOOOOOAAAAAHHHH!!!!! YA VIENE!!! BESTIA... EL... EL BEBÉ ESTÁ....-------- La criatura sintió el cuerpo de la mujer empezar a enfriarse de forma súbita.
Miró a la chimenea sobre su hombro y de un soplo rápido, soltó el fuego necesario para encenderla, después volvió su atención a Rin, se inclinó y posó sus manos sobre su vientre, sintiéndolo duro como una roca.  -------- SI...SIENTO QUE... AAAH!!!... NE... OOOH DIOS!!! NECESITO PUJAR, SESSHOMARU!!!! OOOOOOHHH!!!! TU HIJO VIENE AHORA!!!

Al tiempo que sintió a la humana tensarse con el primer empujón que su cuerpo le exigió, la bestia blanca dejó aparecer sus escamas, sus colmillos y su cola; sintió con sus manos como el cuerpo de Rin se tensaba sobre su gran vientre, empujando a la cría hacia abajo...

------- Eso es...------ Le animaba él con tono bajo y un tanto frívolo. ------- Puedes hacerlo, Rin... ------ Quitó sus manos escamadas de encima del vientre tenso de la mujer una vez ella soltó su empuje, luchando por tomar algo de aire...

------- NNNNNGGGAAAAAHHHH!!!!!!! DIOS!!!!! DUELE!!! DUELE, SESSHOMARU, DUELE MUCHO!!!

------ CONCÉNTRATE!!! ----- Le reclamó él pasando a enroyar su cola alrededor del cuerpo de la humana, encendiendo sus escamas para dar calor a la naciente cría, al tiempo que sentía progresar el nacimiento... ----- Deja de gritar y haz lo que debes hacer!!!!

------- NNNGH... OH!!! OH DIOS!!!! ------ Se quejó ella sintiendo como su cuerpo entero se tensaba dolorosamente de nueva cuenta, cosa que la bestia también podía sentir...

------- DEJA DE QUEJARTE Y EMPÚJALO!

Rin cedió pues con fuerza a las exigencias del dragón y de su propio cuerpo, dejando que todo su dolor y sufrimiento hiciera temblar cada rincón de la firme roca...

EMPIRE GRAGON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora