Soledad.

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Al menos no volvió a tocarla después de esa vez... Al menos no de esa manera.
La guerra fría entre ambos regreso, ignorándose mutuamente.
El único contacto que tenían era cuando él debía otorgar calor a su no nacido descendiente y a veces cuando iba y le llevaba comida a la humana, si es que esta estaba despierta.

Rin continuaba aterrada del hecho de que el dragón cumpliera su promesa y si daba a luz una niña se deshiciera de ella...
Se sentía atrapada... Ya había visto que no podía escaparse y la verdad es que no quería hacerlo, después de todo, los aldeanos la trataban mucho peor que Sesshomaru.... Pero no se trataba de ella, sino de su bebé. Tenía tanto por el...o ella... Se sentía aterrada e impotente.
Diariamente hablaba con el ser en su interior, le cantaba, lo mimaba...y luego, en medio de sus lágrimas le juraba que haría lo necesario para protegerlo si era niña... No tenía idea de cómo lo haría, pero sí de algo estaba segura, era de que estaba dispuesta a dar su vida misma, así que, ciertamente no tenía nada que perder.

Casi dos semanas habían pasado cuando Rin se despertó de su siesta, ya casi oscureciendo el día.
Miró la chimenea t el fuego estaba encendido.
El sol estaba otorgando sus últimas luces por la gran ventana y las estrellas y la luna asomaban.
Solo faltaba una cosa: la cena.
Sesshomaru siempre le dejaba la cena mientras tomaba su siesta, pero en esta ocasión, no había sido así.
Pensó que en todo caso, entraría en cualquier segundo a la habitación y no quería verlo así que volvió a hecharse en su futón sobre uno de sus lados, acomodándose adecuadamente con las mantas y las almohadas.
Quiso volver a dormir pero ya no tenía sueño, además de que, otro pequeño individuo había despertado también y aparente, tenía mucha hambre...

-------Tranquilo...-----Consolaba dulcemente la joven al ser en su vientre que no dejaba de moverse, mientras lo acariciaba con tranquilidad. -------No patees tan fuerte, si?? Me duele. ------Sonrió.-----Calma... Tu padre vendrá pronto y nos traerá la cena, bien? No te impacientes.
Tocó su barriga por debajo de sus mantas, comprobando que estaba cálida todavía...

-------Aún estás calientito, bebé bestia? ------Suspiró. -------Quisiera saber que eres... ------Alejo de su cabeza los pensamientos negativos que el tema del género de su hijo le causaban... Quería ser capaz de emocionarse al pensar en eso y no necesariamente preocuparse, principalmente porque, le emocionaba pensar en nombres además de solo bebé bestia.------- He estado pensando nombres para ti, mi amor... -----Volvió a suspirar. ------Solo espero que tu padre me permita nombrarte....-----Fue entonces que se dio cuenta de que la criatura en su interior al fin se había quedado quieta...-------Descansa, bebé. Papá vendrá pronto.

Volvió a quedarse profundamente dormida... Desde que había concebido, dormir sin duda era lo que menos trabajo le costaba.

No se dio cuenta de que la noche avanzó y avanzó...
No se percató de las horas que transcurrieron y la bestia no cruzaba aún las puertas de la habitación.

Despertó únicamente cuando la criatura que gestaba volvió a removerse y a patear con fuerza...

------Humn, bebé...-----Se quejó. ------Que pasa??.-----Le preguntó al no nato, sentándose en su lecho y acariciando un costado de su barriga, en donde el crío no dejaba de patear. ------Shshshsh...tranquilo....tranquilo...-----Le consoló.

Fue entonces que miró hacia la mesita en frente de la chimenea...aún no había comida, por tanto, Sesshomaru no había entrado...

------Que...?-----Se levanto cuidadosa y un poco torpemente, caminó a la mesita y comprobó que ni siquiera había rastros de que el dragón hubiese entrado.
Miró hacia la ventana y se acercó para buscar la luna... Ya era media noche...

EMPIRE GRAGON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora