Infierno. (Parte 2)

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Las llamas consumieron de a poco el bosque entero y al poco tiempo, el humo se volvió tan espeso que la gran bestia alada quedó cegada.
Intentaba desesperadamente volar hacia el océano, pero justo cuando podía oler y sentir la brisa salina, un pesado proyectil que venía de tierra firme lo chocó y se enredó efectivamente en su ala derecha, haciéndolo empezar a caer...

El dragón hizo todo lo posible por bajar la velocidad de su caída, sus gritos y rugidos golpearon la isla y el océano...

Se dio cuenta entonces de que su caída se desvío y en lugar de estar callendo a tierra, caía hacia las turbulentas y frías aguas del mar.

Usando su ala libre, se impulsó rápidamente, logrando acercarse a tierra lo suficientemente, y ahí, antes de desviarse de nuevo, abrió sus garras delanteras y arrojó a la mujer humana que llevaba en ellas, permitiéndole aterrizar en un banco de arena mientras él pasaba a caer de lleno en la profundidad del agua....

-------- SESSHOMARU!!!!! ------ Llamó la joven humana, poniéndose de pie con su recién nacido bebé en brazos mientras veía como la criatura alada luchaba por salir del agua, pero era inútil: el proyectil de hierro que se había enredado en su cuerpo lo hundía inevitablemente...

------- SESSHOMARU, NO!!!!!

Suplicó Rin nunca vez más antes de ver a su guardián alado perderse por completo en el fondo del océano azul.

----- NO!!!! ----- Clamó, antes de escuchar las voces de los hombres que la perseguían:

------- Allá está!!! Atrápenla!!!!!

La joven humana vio aterrada como medio centenar de hombres corrieron hacia ella y no se dio cuenta del momento en que sus piernas se movieron, ayudándola a escaparse rápidamente.

Corrió y corrió por las orillas de la playa, dejando que las rocas hicieran daño a sus pies y sus piernas y cuando vio más hombres correr hacia ella por su frente, no tuvo más opción que buscar refugio dentro del bosque en llamas.

Se escabulló por cada rincón que encontró libre del destructivo fuego y pese a que él firmamento quemaba sus pies desnudos, no se detuvo ni un instante.

Cada bocanada de aire que daba la asfixiaba más y más. El humo entraba a sus pulmones, dándole la sensación de que estaba siendo aplastada.
Se detuvo al fin un momento, completamente sofocada por el humo y el calor abrazador del fuego.
Tosió con violencia y luchó por tomar algo de oxígeno... Sentía que no podía más...

-------- Dioses...------ lloró. ------ Mi bebé... ------- Descubrió parte de las mantas en las que mantenía envuelta a la criatura descendiente del gran dragón blanco, la escuchaba llorar y vio su rostro empapado y enrojecido.... -------- Ryū... Lo siento mucho, mi amor... ------ Meció a la recién nacida en sus brazos, puso un dulce beso en su frente y le dijo: ------- Intentaré ponerte a salvo, bien? ------ volvió a cubrir a la bebé híbrida con la manta, miró a su alrededor y pudo ver parte de la falda de la montaña.

Corrió rápidamente hacia ahí y pudo escuchar como los hombres que la perseguían comenzaron a acercarse más.
Llegó al fin a las faldas de la gran roca, ésta estaba muy cerca de la orilla del agua, así que estaba mojada y el fuego no lograba acercarse demasiado.
Caminó por su orilla y finalmente, encontró lo que parecía ser una pequeña cueva.
No era muy profunda y las olas marinas entraban y salían, aunque no alcanzaran a llegar al fondo.
Entró a toda pisa y se refugió en el fondo, recargándose en la roca fría y dejándose caer sentada en el suelo...

------- Shshshsh... Ya, preciosa. ------ Consolaba a la recién nacida que no dejaba de llorar. ------- Nos escucharán... Por favor, no llores más. ------ la joven tosió un par de veces sintiendo su pecho aún saturado por todo el humo que había respirado. Miró sus propios pies y vio su sangre correr de ellos estando tan lastimados, aún así, no le preocupó en lo absoluto, descubrió un poco más a su bebé y la observó de forma minuciosa, intentando averiguar si se había hecho algún daño... ------- Estás bien, bebé. ------ sonrió acariciando la mejilla empapada de la recién nacida. ------ Estás muy caliente... Todo ese fuego iba a hacerte daño... ------- Rin se limpió un par de lágrimas que escaparon de sus ojos y luego volvió a cocentrarse en calmar el llanto de su hija. ------- Calma... Mira, toma...------- La joven humana abrió sus ropas para descubrir su pecho y sacar uno de sus senos. Acomodó a la bebé adecuadamente acercándola para que pudiera prenderse y después de algunos segundos de lucha dado el llanto tan desesperado de la pequeña criatura, finalmente tomó el pecho de su madre y comenzó a alimentarse, dejando todo al fin en silencio... ------ Eso es... Buena niña, mi amor. ------ Miró hacia la entrada de la pequeña cueva, rogando a todas las deidades no ser encontrada por los hombres, mientras observaba nada más que el frío y agitado océano, pensando en el gran dragón blanco que había caído a sus profundidades... ------- Sesshomaru...------ Lloró. Nunca pensó que podría sentir tanto dolor al perder a aquel ser terrible...

EMPIRE GRAGON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora