Renta fija, renta variable y riesgo

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Hoy en día existen una variedad de alternativas de inversión para diferentes tipos de personas. Esto se ha ido intensificado con el desarrollo que van mostrando los mercados financieros en el mundo, los cuales buscan satisfacer las diferentes demandas de inversión de variados grupos de personas, empresas o instituciones, por ello en este texto desarrollaremos los conceptos de las dos clasificaciones de inversiones más comunes en la jerga financiera y los diferentes riesgos que conllevan. Así, podemos distinguir entre dos tipos clasificaciones generales, los instrumentos de renta fija y los instrumentos de renta variable.

Los instrumentos de renta fija, son aquellos que tienen una tasa de interés explicita asociada a su compra, con un calendario de pagos establecido o semi establecido, el ejemplo más común son los bonos que emiten empresas o los estados, los cuales tienen una tasa establecida y un perfil de pago de intereses y capital (estos bonos es deuda que se compromete a pagar el emisor al inversionista). Un tipo de instrumento de renta fija más simple y accesible a las personas son los depósitos a plazos que emiten los bancos, estos son depósitos en dinero que la persona realiza a un banco, el cual se compromete a ser devuelto al inversionista más un interés por la operación, en un plazo previamente establecido.

Por su parte, los instrumentos de renta variable son aquellos que no tienen una tasa de interés explicita en su operación, sino que su retorno dependerá del precio en que se transe este instrumento en un mercado secundario o  de un precio de valorización que determine algún perito, el ejemplo más común son las acciones de empresas, las cuales se compran a un precio determinado y al momento de que el inversionista quiera venderlas, la ganancia o pérdida dependerá de si el precio de venta es mayor o menor que el que se adquirió.

Ahora bien, ¿cómo se relaciona el riesgo con las alternativas de inversión?, detengámonos en la renta fija y específicamente en los bonos, si bien una emisión de bonos puede tener un calendario de pagos establecidos, la probabilidad que esos pagos se cumplan dependerá de la solvencia de quien se compromete al pago, en este sentido una evaluación del riesgo de solvencia es clave para determinar el riesgo de pago del emisor, para esto existen instituciones especializadas en calcular este riesgo, tales como las clasificadoras de riesgo o los análisis que hacen los intermediarios de estas inversiones. Así, dos bonos con igual calendario de pagos, pero con clasificaciones de riesgo muy diferentes, aun cuando ambos sean renta fija exponen al inversionista a riesgos muy distintos. Acá la pregunta que cabe es ¿por qué alguien podría querer una alternativa de renta fija con mayor riesgo?, y la respuesta es simple, la de mayor riesgo debería ofrecer pagar más intereses (u ofrecer un "mayor premio" por su inversión) para compensar este riesgo y por ende los inversionistas podrían "arriesgarse" con esta inversión, pero buscando obtener más rentabilidad.

En el caso de la renta variable la situación es similar, en la medida que la empresa que emite acciones tenga mayor volatilidad de resultados y por ende mayor riesgo, el precio fluctuará producto de esta volatilidad, por ello el inversionista al momento de vender la acción podría hacer buenas ganancias, pero también grandes pérdidas, por lo cual dependiendo de la volatilidad de los precios de las acciones, el inversionista podría enfrentar diferentes riesgos.

Así, hemos visto que de manera general existen dos tipos diferentes de inversiones, las que tienen variados tipos de riesgos. Dentro de cada tipo anterior existen muchas alternativas de inversión que satisfacen a múltiples tipos de inversionistas, las cuales abordaremos en otro texto.

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