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Contabilidad, en el flujo y stock de la historia

La contabilidad es tan antigua como lo es la escritura, los primeros escritos que se han encontrado dan cuenta de anotaciones para mantener algún tipo de orden en las cuentas financieras, es así como uno de los primeros escritos de la humanidad que se tiene registro dice "29.086 medidas de cebada 37 meses Kushim" (De animales a dioses, Yuval Noah Hahari).

Es muy probable que la escritura naciera como una necesidad de llevar el registro de las transacciones en los negocios, en los préstamos o en los flujos de dinero entre partes, por ello es que nuestra historia ha estado íntimamente ligada a las finanzas y a la contabilidad. Hoy en día los sistemas contables claramente se han sofisticado desde esos primeros adagios en el control de las cuentas, llegando a existir actualmente sistemas contables más o menos uniformes alrededor del mundo. Exploremos esto, la escritura para sea entendida debe tener una serie de símbolos que deben ser común y entendidos por diferentes personas, esto es importante pues imagine que usted crea su propio idioma, pero solo lo entiende usted, este nuevo idioma está destinado al fracaso porque no lograría expresar a un tercero sus ideas a través de él y por ende su flujo de información se vería cortado. La contabilidad es similar, tal como está íntimamente ligada a la escritura, los sistemas contables deben tener un idioma que conozcan muchas personas, que sea interpretada y escrita de forma similar por quienes la usan, de manera que entregue información que pueda ser utilizable. Por lo anterior, se han desarrollado "principios contables generalmente aceptados", que son un conjunto de reglas de cómo se deben realizar las mediciones de activos, pasivos, patrimonio, ingresos, costos, etc.

En estas líneas no entraremos en detalle de los principios contables generalmente aceptados, pues existen carreras profesionales completas en que se estudian éstos. Sin embargo distinguiremos dos de los principales estados financieros que se utilizan hoy en día, desarrollado brevemente el "idioma" de contabilización de cada uno. Estos estados financieros son el balance general y el estado de resultados; el primero es la contabilización de los activos, pasivos y patrimonio que posee una determinada empresa o persona en un momento del tiempo, es decir es una foto de la situación financiera en una fecha determinada, en tanto el estado de resultados es la contabilización del flujo de ventas, costos, gastos y en definitiva ganancias o pérdidas que tuvo una empresa o persona en un lapso de tiempo.

Para entender diferencia del "idioma" de ambos estados financieros debemos entender la diferencia entre el stock y los flujos; el stock es la foto de un momento en el tiempo, es lo que usted tiene en un determinado corte y se refleja en el balance, ilustremos esto con un pequeño ejemplo, al 31 de diciembre de 2019 yo contabilice su familia y vi que tenía 3 hijos, 1 madre viva, 1 esposa y 2 perros, ese es su stock a esa fecha y en contabilidad eso va a su balance general a dicho corte. El flujo por su parte es, como dice la palabra, lo que "fluyó" en un periodo, por ejemplo durante 2019, volviendo al ejemplo vemos lo que fluyó ese año, es que usted podría recordar que nació un hijo durante el año (anteriormente tenía dos) y que murió el perro que tenía, pero luego de eso adoptó a dos, de tal manera que todos esos movimientos van a su resultado del año o al estado de resultados en términos contables. En términos contables es muy necesario diferenciar ambos conceptos, pues en nuestra experiencia confundir el flujo con el stock es un error muy común en las personas, incluso profesionales. En términos contables el flujo residual va al balance, si se da cuenta del ejemplo, suma (y resta lo necesario) de su flujo, verá que está quedando todo en el balance o stock de final de año.

De lo anterior nos podemos dar cuenta que la contabilidad es parte esencial en nuestra historia y que ésta nos ayuda a traducir a un idioma conocido los registros financieros de empresas, personas y estados, de manera de que todos podamos entendernos utilizando los mismos principios.