Proyecta tu futuro, proyecta tus gastos e ingresos

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En un texto anterior tratamos la importancia de los presupuestos y como se construyen, siendo los elementos claves el proyectar los ingresos y los gastos, ahora bien ¿cómo se realiza una proyección? Lo óptimo sería tener una bola de cristal para ver el futuro, pero como imaginamos que a todos nos falta una, iremos por la segunda opción, a través de proyecciones.

Pues partamos, proyectar significa estimar el comportamiento futuro, el método más sencillo para proyectar un gasto o un ingreso es empleando el promedio simple, por ejemplo su gasto futuro en comida es probable que se parezca a su gasto promedio, somos seres de costumbres, en general los desayunos, almuerzos y cenas no varían mucho, por lo que guardando sus boletas de supermercado y obteniendo la información de su cuenta corriente se consigue una buena fuente para que usted pueda construir su proyección por medio de usar el promedio.

Otra técnica es considerar la estacionalidad en sus ingresos y consumos, por ejemplo, sí siempre sale de vacaciones en el mes de enero, es de lo más probable que en enero del próximo año vuelva a salir de vacaciones, y en consecuencia debiera suponer que los gastos asociados al viaje los debiera considerar para esa época del año. Otro ejemplo, es que en los meses de invierno se gasta más en iluminación eléctrica dado que los días son más cortos.

Una técnica útil cuando no cuenta con información histórica, por ejemplo, su hijo el próximo año va a partir el colegio por lo que nunca ha tenido que pagar matricula ni aranceles, es usar comparables, averigüe cuánto cobran los colegios que le puedan interesar y use ese dato en su proyección del próximo año. Lo mismo se aplica con compras importantes, por ejemplo, una casa o un auto, una buena proyección es usar el precio de mercado actual de esos bienes.

Siempre se puede considerar alguna sofisticación, por ejemplo, considerar un factor de ajuste como la inflación o la rentabilidad promedio de un terreno, etc. Lo curioso de las sofisticaciones es que en el corto mediano plazo funcionan más menos bien, pero en el largo plazo es como ver una película de ciencia ficción.

Por último, una buena proyección no tiene por qué ser exactamente igual a lo que pase en la realidad, lo que sí es importante es que las diferencias no estén correlacionadas, es decir que los errores no sean siempre positivos o negativos, sino significa que esta sesgada y debiese corregirla.

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