Ahorrar, la obtención de la libertad

Alternativas de ahorro

Admirable el que pueda ahorrar, pese a todas las responsabilidades y tentaciones que existen, pero una vez que existe un disponible de nuestros ingresos la pregunta que viene es ¿en qué lo ahorramos? Pues bien, a grandes rasgos podríamos decir que hay tres grandes familias de preguntas que podemos hacernos, ¿en qué plazo? ¿cuánto riesgo queremos asumir? y finalmente ¿queremos una alternativa en el mercado real o una en el mercado financiero?

Partamos con la primera, el plazo es relevante dado que tiene relación con la finalidad para lo que queremos el ahorro; ¿es dinero que juntamos para financiar una vacación que disfrutaremos dentro del año, es ahorro para la educación de nuestros hijos que entraran en la universidad en 10 años más, es dinero para nuestras pensiones, el cual necesitaremos en 20 años más o es dinero para salir a la fiesta de mañana? Dependiendo del plazo en que necesitemos el dinero existen distintas alternativas, el dinero debajo de la almohada en general no tiene plazo, pero tampoco genera intereses, una propiedad inmobiliaria que la terminaremos a pagar en 20 años parece un poco engorrosa para financiar unas vacaciones que iremos en los próximos 6 meses, o dejar nuestro dinero en fondos mutuos largos parece inapropiado si vamos a salir a comer con nuestras parejas en la noche, es importante que nuestra alternativa de ahorro tenga ventanas de salida consistente con nuestras necesidades futuras para esos activos.

Sigamos con la siguiente pregunta, cuanto riesgos queremos asumir, si bien guardar el dinero debajo del colchón evitaría una fluctuación negativa producto de caídas de los mercados financieros no está libre del riesgo que entre un ladrón y se la lleve o que ese dinero pierda su poder adquisitivo producto de la inflación, así bien, lo relevante es que entendamos que tipos de riesgo estamos asumiendo con cada alternativa de inversión, además de que tengamos claridad del riesgo estamos dispuestos a asumir. Conectando con el párrafo anterior, también tenemos que entender que el riesgo debe ser consistente con el plazo en que vamos a necesitar de nuestros ahorros; si el dinero lo vamos a necesitar en 20 años más, no debiéramos sufrir si existe una fluctuación negativa hoy, lo importante es si la estrategia de ahorro es consistente para cumplir con nuestras metas de ahorro, un ejemplo inverso es si nuestro porcentaje de ahorro es bajo y nuestra expectativa de retiro es alta, si es así debiéramos estar dispuestos a asumir un riesgo alto aunque nos duela la guata.

Vamos con la última pregunta, los activos reales son cosas que podemos ver y palpar, son del mundo físico, tales como ahorrar en monedas de oro, comprar bienes raíces con fines de obtener ganancias inmobiliarias o tener un terreno de cultivo, mientras que los activos financieros son activos que dependen de la confianza de los participantes del mercado y que están finalmente expuestos al mercado real, pero el instrumento transado es financiero, ejemplos de éstos son depósitos a plazos, instrumentos de intermediación financiera, fondos mutuos, ETF, fondos de inversión, etc.

Ahora bien, en que invertir va a depender de las preguntas anteriores, en que plazo y cantidad de riesgo estamos dispuestos a exponernos, además se agrega la variable de si entendemos el producto en que estamos participando; por ejemplo consideremos la inversión en acciones, debiéramos tener una convicción firme sobre los fundamentos en que se basa la creación de valor de la empresa que estamos analizando, más que invertir por que un conocido dice que está barata, así pasa lo mismo con los bienes reales, más que invertir porque esta de moda la compra de propiedades, debiéramos tener una convicción sobre la expectativa de retorno de la propiedad que estamos analizando y un análisis adecuado de los riesgos que asumimos en una inversión de largo plazo (después de todo en el larguísimo plazo hasta se extinguieron los dinosaurios), donde es muy probable que una inversión de 20 años esté expuesta riesgo de una crisis financiera, de una pandemia o de un desorden civil.