La oferta y la demanda

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Los conceptos de oferta y demanda son continuamente usados en muchas situaciones de la vida diarias, en este texto abordaremos su origen, sus implicancias y las situaciones que produce.

Estos conceptos datan del siglo XVIII y en la economía clásica es uno de los elementos que primero se enseñan a los estudiantes de economía, la oferta describe a quienes ofrecen un bien o un servicio a cambio de algo, comúnmente por dinero, mientras que la demanda describe a quien necesita un bien o un servicio y está dispuesto a pagar por éste. Ambos conceptos son sumamente importantes, pues determinan una de las bases fundamentales de la economía, la cual es la creación de precios, gracias a la interacción de quien ofrece un bien o un servicio (los oferentes u ofertantes) y quien demanda el mismo (demandantes o consumidores) se llega a un equilibrio que logra determinar el precio del bien o del servicio.

Todo lo anterior es bastante teórico, pero llevado a la vida cotidiana se puede ejemplificar de la siguiente manera. Existen productores de una fruta, los cuales ponen a la venta sus productos y por otra parte existen consumidores que quieren esa fruta, en la medida que más consumidores quieran ese bien el oferente podrá cobrar un precio mayor, pues habrán más personas dispuesta a pagar por el producto, pero si se meten al mercado más ofertantes del producto, los demandantes podrán cotizar con uno y otro productor, de manera de elegir al que más le convenga, como los productores se "pelearan" a los consumidores, uno de ellos bajará el precio para poder vender más, quizá el otro productor al ver que baja el precio también decide hacer lo mismo e incluso tal vez un poco más aún para ganarle los compradores, y así hasta que ya no pueden bajar los precios, al extremo se podría llegar hasta que una baja adicional sea perjudicial, dado que el límite es el costo de producción. El ejemplo anterior llevó a un modelo de equilibrio donde se determina el precio producto por la competencia del mercado, o sea la interacción entre la oferta y la demanda.

Ahora bien, ¿qué pasaría si hubiera un único productor, que además evita que otros puedan producir el mismo bien?, el problema es que si hubiera demandantes del producto, este productor podría elevar mucho el precio solo vendiéndoles a aquellos que están dispuestos a pagar ese elevado precio, eso es lo que se llama monopolio y es necesario regularlos en las economías. De forma contraria cuando hay un único demandante y muchos oferentes, este demandante podría regatear entre todos los oferentes hasta elegir al más barato siempre y por ende no habría un equilibrio muy sano, lo anterior se llama monopsonio.

Si nos damos cuenta, cuando existe competencia, se evitan situaciones límites donde una parte sale ganando y otra perdiendo producto de usar su poder de mercado, por ello se hace importante que los estados incentiven esta competencia. Más aún es posible que un estado totalitario quiera controlar toda la economía siendo él el único demandante y/o el único oferente de bienes y servicios, lo cual evidentemente atentaría contra la fijación de precios competitivos, conllevando a consiguientes desajustes indeseados y a acumulación de poder en un solo ente.

No todo es color de rosa en la oferta y demanda, pues existen situaciones poco deseables que se dan y que muchas veces tienen que ver con la elasticidad de la demanda (no entraremos en detalle en esto, pero lo ilustraremos brevemente). En una crisis, algunos bienes se hacen más necesarios que otros, por ejemplo mascarillas en la crisis provocada por una pandemia viral, dado que para la producción de estas mascarillas se necesita una inversión en tiempo que no es menor, en el corto plazo la alta demanda puede hacer subir el precio como la espuma, los productores podrían elevar el precio muy alto, sobre todo considerando que la gente está muy dispuesta a pagar por el producto, con lo cual el precio podrían volverse inalcanzable para algunas personas que sí necesitan utilizar el bien, esto no se solucionará hasta que nuevos oferentes hagan la inversión y aumenten la oferta, pero hasta que pase esto el bien podría escasear para quienes realmente lo necesitan. Por ello, a veces la oferta y la demanda deben ser controladas, sin embargo este control lamentablemente puede generar elementos indeseables, como la escasez y el pago del precio a través de otras formas diferentes al dinero; de esta manera estos controles deben ser muy limitados y ser muy bien ejecutados para que sean efectivos. 

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