En un texto anterior hablamos sobre la importancia del capital para nuestras finanzas personales, el cual está compuesto tanto de capital humano, capital económico y capital social, profundizando principalmente sobre el capital humano. En este texto abordaremos con mayor detalle la segunda fuente de capital, el capital económico.
El capital económico son los activos que nos pertenecen, desde la Edad Media hay modelos económicos, como el de Ricardo, que hablan de la importancia de la propiedad de la tierra, lo interesante del capital económico es que puede tener muchas formas, por ejemplo, en dinero, activos reales como propiedades o herramientas, activos financieros como depósitos a plazos y acciones, activos intangibles como la propiedad de una marca o poseer un derecho de autor, etc.
El capital económico no solo nos permite sustentar nuestro consumo, tal como el dinero que usamos en el supermercado, la ropa que nos abriga, la cama donde dormimos, etc., sino que también nos permite financiar nuestras ideas de negocio. Sobre lo anterior, no todos los negocios tienen que ser sofisticados, algunos pueden ser sencillos como arrendar un departamento o la pieza de una casa.
La otra ventaja que tiene el capital económico es que aumenta la productividad de otras fuentes de capital, como el capital humano, imagínense a alguien que tiene un negocio de lavados de auto, si usa una esponja y un balde se podría demorar 20 minutos en lavar un auto, pero si cuenta con una máquina de lavado automático se podría demorar solo 5 minutos por auto, con lo que aumenta su productividad en cuatro veces. Lo anterior también abre la crítica de que la tecnología provoca la destrucción de trabajos de personas, pero también es cierto que abre la demanda a mano de obra mejor capacitada, en lo personal consideramos que es mejor tener que capacitar a personas que van a ser mejor pagadas que tener a la mayoría de las personas ganando el mínimo.
Relacionado con lo anterior, el capital económico debiese estar vinculado a un mayor compromiso social, y no solo de los grandes poseedores de capital que debieran preocuparse de pagar salarios justos a sus empleados y a tener un buen comportamiento ambiental, sino que también del comportamiento de todos, por ejemplo de no acumular de manera excesivo artículos de primera necesidad en épocas de crisis, como en tiempos de pandemia, no realizar un consumo excesivo de agua y electricidad en épocas de sequía, no contaminar en exceso al usar los vehículos de manera desmedida, etc.
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Ahorrar, la obtención de la libertad
Historia CortaEl origen de las palabras marca el punto de partida del sentido que les damos, el cual va tomando forma con nuestras realidades culturales. Así sucede con el "ahorro", que desde el inicio de nuestra historia ha dado soporte a la formación de civiliz...