Para Seo YoungHo aún resultaba condenadamente difícil adaptarse a una vida fuera de la manada, después de todo había nacido, crecido y madurado en aquel pueblo, junto a personas que apreciaba y respetaba. Sin embargo lo que le resultaba más difícil, era el motivo por el cual se habían marchado.
YoungHo se pasó una mano por su negro cabello y suspiro agotado. Llevaba exactamente ocho meses y diez días de haber dejado su antiguo pueblo y las cosas no parecían mejorar.
Cold Mountain era un bonito pueblo, con una considerable cantidad de bosque, que era justamente lo que un hombre lobo necesitaba. YoungHo de verdad creyó que con alejarse las cosas mejorarían para JaeHyun, pero desgraciadamente eso no sucedió y le frustraba.
Se puso de pie y salió de la habitación y se trasladó hasta la sala en la cual se encontraba Jung JaeHyun, hecho un ovillo en el sillón individual. Sobre su cuerpo se encontraba una fina manta. YoungHo se acercó con paso vacilante y colocó una mano sobre los castaños cabellos del chico.
—¿Cómo te sientes? —susurró.
—Bien... —El chico trato de sonreír, pero con consiguió que llegara hasta sus ojos.
JaeHyun había intentado retomar su vida, incluso se había inscrito en la universidad. Para quien no lo conocía, parecía un chico común y corriente con una mirada melancólica. Para YoungHo, aquel chico en el sillón, era una burda imitación del original; porque JaeHyun ya no sonreía de verdad, comía por obligación y se movía como un robot programado. Era doloroso verlo en aquella situación, sin embargo no había nada que pudiera hacer más que estar ahí y permanecer a su lado.
En momentos como aquellos, una sensación de rabia y resentimientos lo invadían y esos sentimientos eran dirigidos a una sola persona: Jung SeungJoon, ¿cómo había sido capaz de matar a la pareja de su propio hijo? ¿acaso no tenía corazón? ¿Por qué las cosas tenían que terminar de esa manera? Sin embargo los sentimientos se disolvian cuando se daba cuenta que en realidad SeungJoon no tuvo la culpa... las cosas simplemente se salieron de control. Y a fin de cuentas YoungHo no podía juzgar tan duramente a SeungJoon, pues no sabía que tan difícil era ser padre y probablemente nunca lo sabría; por el momento, JaeHyun era lo más cercano a un hijo y por ende sentía la abrumadora necesidad de sacarlo de aquel pozo de dolor y sufrimiento.
—¿Quieres algo de comer? —preguntó— Hoy por la mañana, antes de irte a la universidad, no quisiste probar ningún bocado.
—En realidad no tengo hambre —susurró el muchacho y se sentó restregándose los ojos.— Creó que voy a mi cuarto, estoy agotado y también tengo un montón de tarea que hacer.
Esa era las excusas que JaeHyun siempre utilizaba para no comer y Seo se estaba hartando de eso. Se disponía a debatir eso, pero alguien más le robó la palabra.
—¡Detente ahí, jovencito! —un chico de cabello rojo se paró frente a JaeHyun. Tenía el ceño fruncido y de no ser por las gafas, hasta luciría intimidante.— No tienes permitido irte a tu habitación hasta que hayas comido algo.
Si, ese era Lee TaeYong el curioso chico de cabellera roja, YoungHo debía aceptarlo, ese muchacho le intrigaba mucho, tenía algo que no lograba identificar, pero que lo hacía querer estar cerca de él... eso sin mencionar su aroma a libros viejos y tinta, era simplemente un olor demasiado agradable.
—¿Disculpa? —dijo JaeHyun poniéndose de pie y a pesar de que TaeYong era un poco más bajo, no retrocedió un sólo paso.— No eres mi madre, no puedes prohibirme ir a mi habitación.
—No seré tu madre, pero soy tu amigo y si digo que no irás a tu habitación... es porque no irás.
—¡Agh! Eres insufrible —gruñó el castaño dispuesto a irse de una vez por todas a su habitación.
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'LUNAS OPUESTAS' ─JAEDO
FanfictionJung JaeHyun es un tipo arrogante que sabe muy bien quien es. Es fuerte, habil, poderoso y la mayoría del tiempo es un cabrón. Pero eso es de familia, después de todo lo trae en la sangre porque está a poco tiempo de convertirse en el próximo alfa d...