❀| 𝟐𝟎

4K 555 281
                                    

Tengo sueño pero el desvelo valió la pena, porque pasar toda la noche intercambiando mensajes con mi pequeño vampirito es sinónimo de "una noche productiva". La verdad es que no aguanto las ganas de volver a verlo ¡y por que no decirlo! quiero volver a besarlo. Lamentablemente no puedo volver a desaparecer por horas, es por eso que acordamos vernos en la noche.

Terminó de hacer la cama y bajo corriendo a la cocina, los desayunos de JuEun son la mejor manera de empezar el día. Pero al entrar me topo con quien menos quería.

—Buenos días —no quise decirlo en un tono tan brusco, pero ser amable con mi propio padre es algo demasiado difícil.

Claro que él tampoco me lo pone fácil, se limita a asentir con la cabeza y a seguir bebiéndose el café como si yo no estuviera ahí.

—¿Dónde están todos? —pregunto revisando las cacerolas en la estufa y para mi mala suerte no hay desayuno.

—Haciendo cosas productivas. —okey eso sin duda fue un ataque directo y la verdad ya ni siquiera me importa.

—Bien por ellos.

No me queda más que prepararme un tazón de cereal y mientras lo hago siento la mirada de mi padre justo en la nuca. Es una suerte que los hombres lobos no tengamos telequinesis o rayos láser... sino estaría bajo tierra desde hace mucho.

—¿Qué piensas hacer hoy? —me pregunto si de verdad le cuesta tanto ser amable, aunque sea una vez, no creo que eso lo mate.

—No sé, lo de siempre —yo por otro lado si que trato de ser amable.

—¿y qué es lo de siempre?

Me giro y lo observo. Mi padre siempre se sienta con la espalda recta, como si tratara de enviar un mensaje: "soy duro como una roca". Al menos eso es lo que yo entiendo.

—Pues últimamente lo de siempre es lo que sea que me pongas a hacer. —su frente se arruga dándole a su rostro un nivel más elevado de severidad.

—Ya —sus ojos se entrecierra y luego resopla— Hoy vendrás conmigo a la oficina, ya que parece que no tienes nada mejor que hacer.

En los últimos días he aprendido que ponerme a la defensiva con mi padre es estúpido y también descubrí que hacer lo que él dice es mejor, me evita dolores de cabeza innecesarios. No es que me esté rindiendo, es sólo que por el momento necesito mantener un perfil bajo... si hiciera enfadar a mi padre lo único que obtendría es que quiera mantenerme vigilado todo el tiempo y eso no me conviene en este momento, no cuando necesito todo mi tiempo libre para estar con colmillos.

El celular vibra en mi bolsillo, avisándome que he recibido un texto. Me apresuro a dejar el tazón sobre la mesa y abro el texto.

"¿Qué estás haciendo?... te extraño"

No necesito revisar el remitente para saber de quién es y tampoco hace faltar verme en un espejo para saber que tengo una sonrisa boba.

"Yo también te extraño"

"Es bueno saberlo. No puedo esperar a que se haga de noche."

"Yo tampoco pero debemos ser pacientes. ¿De acuerdo?"

"Por cierto ¿crees que tendrás problemas para escapar de DaHyun?

"No lo creo, y así fuera ya encontraré la forma de estar ahí, te lo prometo"

No me da tiempo a escribir una respuesta, el celular es arrebatado de mis manos. Levanto la vista y siento que la sangre huye de mi rostro, esto no puedo estar pasando.

'LUNAS OPUESTAS' ─JAEDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora