❀| 𝟐𝟒

3.4K 519 237
                                    

[JaeHyun]

No sé si sea una puta maldición o algo así pero... ¡no es justo! Es que es simplemente ridículo, cuando pienso que por fin voy a tener un momento junto a mi chico, todo se va al carajo.

—Tranquilo —le digo dándole un suave beso en la frente pero es inútil, está temblando y se ve mucho más pálido de lo normal.

—Tal vez es mejor que te vayas.

—¿Qué? Eso ni siquiera lo pienses, estamos juntos en esto y no hay nada más que decir.

—Pero... —la desesperación en su mirada me inquieta y me pone alerta.

Justo en ese momento lo siento, están al otro lado de la puerta, así que hago que DoYoung se coloque tras de mí. Podrán ser sus padres pero un vampiro enojado representará una amenaza.

La puerta principal se abre de golpe con un crujido seco y presiento que eso me traerá problemas. Ni medio minuto después aparecen frente a nosotros. Y si, son imponentes. Él es alto, más que yo, tiene el cabello negro y facciones afiladas, aunque con el traje formal que tiene puesto da la apariencia de un importante hombre de negocio. Me está taladrando con esa mirada rojiza cargada de rabia.

Ella por otro lado es pequeña y delicada, con un largo cabello castaño. Da una apariencia de inocencia que casi me hace bajar la guardia, pero es esa misma rojiza la que me hace mantenerme firme. La atmósfera se vuelve pesada e incómoda.

—¡Mamá, papá! —DaHyun aparece derrapando y por poco se estampa contra la pared. Cuando nos ve su rostro se contorciona en una mueca de preocupación.

—¡Vete! —gruñe el hombre pero claro, la chica no le hace el menor caso.

—DoYoung, ven acá. —dice la mujer y de inmediato extiendo mis manos para impedir que mi vampiro se mueva.

—Si, no creo que eso vaya a pasar —digo de manera calmada, porque a diferencia de lo que seguramente piensan, me gustaría evitar un enfrentamiento.

—¿Disculpa? —luce indignada— ¿Quién te ha dado permiso de hablar?

—No quiero parecer grosero, pero no necesito de nadie para decir lo que me de la gana —aprieta los labios en una fina línea— y de una vez quiero dejar en claro que DoYoung no irá a ningún lado, a menos que quiera hacerlo —le sonrío fríamente— y créame, él no quiere eso.

DoYoung se pega a mi espalda, aferrándose a mi camisa.

—Ven aquí ahora mismo —dice el hombre de manera dominante y no sé porque pero me recuerda a mi padre cuando usa su voz de alfa.

—Papá, por favor... —dice asomando la cabeza por uno de mis costados.

—Lo ven, él no quiero irse así que les agradecería que se retiraran —ambos dan un paso al frente.— Están en una propiedad privada.

—Cállate, asqueroso lobo —auch, como que no le agrado a mi suegra.— Debería matarte por acercarte a mi hijo y no sé ni siquiera como has logrado que confíe en ti.

—Soy carismático, que puedo decir.

—Apuesto a que lo estas forzando a estar cerca de ti. ¿Quieres hacerle daño?

—¡Mamá! —sale por completo de detrás de mí.— JaeHyun jamás me haría daño.

Claro que no, al menos no a propósito. Me pregunto que harían si les dijera lo que estuvimos haciendo antes... aunque solo falta aspirar su aroma para saberlo. Una enorme sonrisa se forma en mis labios.

—Eres demasiado inocente. —Estoy de acuerdo con esa mujer.— crees que todo el mundo es bueno pero ya basta de eso. Los licántropos son nuestros mayores enemigos y no puedes andar jugando a los amiguitos con uno de ellos.

'LUNAS OPUESTAS' ─JAEDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora