Capítulo 21

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   Editado por azetab

   “¿Realmente fue un sueño?”.

   Sus padres le decían que sí, sus hermanos le decían que sí, la mitad de los miembros que quedaban de la Orden (y que le habían escuchado cuando lo contó) le decían que sí… pero él ya no estaba seguro.

   Ron suspiró mirando por la ventana de Grimmauld Place hacia la calle nevada, su mente perdida en los recuerdos de la noche que fue atacada su casa; si al menos pudiera seguir manteniendo la seguridad de que el ver a Harry en su habitación sólo fue producto de un sueño en base a sus deseos de volver a verle (para qué seguir negándolo a esas alturas), estaría más tranquilo, pero esa certeza se había ido evaporado a medida que pasaban los días. De hecho, comenzó a dudar desde el momento mismo que, luego de despertarse del “sueño”, salió de su habitación y se encontró con el pasillo en llamas.

   Ron retrocedió un paso volviendo hacia el interior de su habitación cuando se encontró de frente con las llamas que devoraban el pasillo. Los gritos de su madre continuaban incesantes y desgarradores desde algún lugar, pero no estaba seguro exactamente desde dónde. Su mente, aún algo nublada por el sueño, le impedía orientarse con facilidad. Pero fue entonces en ese momento en que le vio: el claro perfil de una persona que corría por el pasillo en sentido contrario de las escaleras. Pensando que era Ginny, que desorientada por el humo y el fuego corría sin una dirección, gritó su nombre para que se volviera hacia él. Pero la figura no se detuvo.

-¡Ginny! –Volvió a gritar e intentó seguirle, pero una mano sujetó su brazo con fuerza tirando de él hacia las escaleras. Era Charlie.

   Ron se debatió tratando de volver atrás y hacerle entender a su hermano que Ginny aún estaba allí, que estaba en peligro, pero el muchacho no le prestaba atención y sólo seguía arrastrándole a la salida buscando escapar de aquellas llamas que devoraban la Madriguera con rapidez, y del humo que le escocía los ojos y le impedía respirar con normalidad. Una vez afuera se encontró con que toda su familia estaba allí, su hermana menor incluida, y que él era el único que había quedado atrás.

   Cuando todo aquello pasó y estuvieron a salvo en la casa de Bill por esa noche, recién pudo pensar con claridad y repasar lo que había sucedido, percatándose de algo que en ese momento no tomó en cuenta: la persona que vio en el pasillo no era pelirroja, su cabello era de un profundo negro. Como el de Harry.

   Volvió al presente al escuchar un ruido en las escaleras, pero nadie entró en la habitación y el ruido de los pasos terminó perdiéndose hacia arriba. Respiró tranquilo ante eso, no quería ver a nadie en esos momentos porque sabía que terminarían preguntándole cómo estaba, como si repitiendo la pregunta varias veces en el día su ánimo cambiaría, cosa que no era posible. No ahora.

   Sus ojos se desviaron de la ventana a su mano, volviendo a recordar esa noche, pero esta vez fue un poco más atrás, al momento que Harry apareció en su habitación. Los ojos verdes llenos de preocupación. Su respiración agitada. Su voz apremiante… Cuando le tocó… Observó fijamente su palma por largos minutos, acariciándola con los dedos de la mano contraria; hacia casi una semana que había sucedido todo eso pero, inexplicablemente, aun creía poder sentir la sensación de esa noche cuando tocó a Harry… cuando supo que, la próxima vez que le viera (si alguna vez llegaba a verle) ya no podría ser como siempre.

******

   Las vacaciones de invierno estaban próximas a terminar, sólo un día más y ya habrían llegado a su fin, pensó acariciando inconscientemente el anillo de oro blanco que descansaba sobre su pecho mientras guardaba su ropa en el armario. Esa mañana se había despertado con bastante ansiedad al darse cuenta de ese hecho, porque sabía que el término de las vacaciones significaba que Severus volvería a la casa, y esta vez era seguro que le llevaría con él.

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