↳ O5 |roller coaster of emotions

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O5. MONTAÑA RUSA DE EMOCIONES

—¿Para qué quiero esto... teniendo esto? —cuestionó con descaro Tomás, levantando la barra de metal y después señalando la pistola que acababa de recuperar bajo advertencia de muerte. Aún así, Lynn no estaba conforme ante aquello; nadie en su sano juicio daría un arma a ese gilipollas... pero bueno, visto lo visto.

—No hay que disparar —contestó con obviedad Daryl, siendo un perceptible odio el que se notaba en sus palabras —, a no ser que tengas otra opción. El ruido les atrae, es lo que les mosquea.

—Entraremos de dos en dos, Daryl ira delante con T-Dog —dijo Rick —. Y yo iré en retaguardia contigo.

Señaló a Andrew, ese hombre que saltaba cada vez que podía en defensa de Tomás.

—Yo me quedaré con el resto —avisó Lynn —. Vosotros solos sois capaces de vaciar un pabellón sin mí.

—Está bien —asintió Rick —. Cuídalos.

Lynn hizo un gesto de asentimiento y el verdadero líder, el del grupo de Atlanta, siguió explicando el plan para conquistar y ganar.

—No os separéis, mantened la formación por mucho que se acerquen los caminantes. Si alguien se separa podríamos caer todos y si alguien huye podríamos tomarle por uno de ellos y clavarle un hacha en el cráneo.

—Hay que darles ahí —recalcó Daryl, mirando de reojo a la pelirroja apoyada sobre la pared, de brazos cruzados y con la cabeza en las nubes —. Se acaba con ellos dándoles en el coco.

—Ya sabemos cómo cargarnos a un hombre —mencionó el muy gilipollas, tan orgullosamente.

—Así que es cierto, tú no has visto películas de zombis —mencionó Lynn —. ¿De verdad crees que un bicho de esos es igual a un hombre normal y corriente? Tú mismo...

—Lynn tiene razón —aportó T-Dog —. No son hombres, son otra cosa.

—No lo olvidéis. Apuntad al cerebro —volvió a repetir Rick. Bueno, pues veréis que ni repitiéndolo millones de veces se habían quedado con el cante... En fin, ya explicado el plan, el numeroso grupo comenzó a moverse. Daryl detuvo a Lynn antes de que esta pudiera marcharse por la puerta contraria a él; la había agarrado del brazo, consiguiendo la atención inmediata de la pelirroja.

—¿Por qué no quieres venir? —le parecía extraño que Lynn no quisiera protagonizar alguna de aquellas misiones tan suicidas.

—Es mejor que me quede aquí, con el resto —dijo —. Si algo ocurriera con Hershel... Alguien debe hacer algo. Sé que Rick se lo ha dicho a Glenn, pero...

—No pasará nada —le interrumpió Dixon, negándose a creer que el viejo no saldría de aquella —. Y no tendréis que hacer nada, ¿estamos?

Lynn asintió con pesadez.

—No le quites el ojo a ese gilipollas —alcanzó a decirle ante de que se fuera —. No te os fiéis.

—Yo no me fío de nadie.

—Pues mejor —sinceramente Lynn hablaba por experiencia —. Hicieran lo que hicieran en el pasado, eso nunca se olvida. Y si esos cinco presos eran asesinos, tened más cuidado de ellos que de los caminantes.

Daryl asintió levemente.

—Una cosa más —antes de que se fuera, la pelirroja se acercó a su oído de forma seductora, impidiéndole el paso hasta el pasillo de la muerte —. Ese tío no se compara contigo, no estés celoso.

𝘽𝙍𝙊𝙆𝙀𝙉 ▷ ᴅᴀʀʏʟ ᴅɪxᴏɴ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora