Capitulo 12

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Narra Lena

— ¿Queres algo para tomar?—le pregunto ya que no se bien ahora que hacer, tampoco me sentiría bien dejándolo solo si me voy a la habitación.

—No, tranquila estoy bien —me dice parado a un lado de la puerta.

—Bueno yo voy a hacerme un café— le digo mientras señalo la cocina —podes sentarte, husmear, prender la tele o moverte de al lado de la puerta, no se—digo moviendo la mano exageradamente, me molesta no saber cómo tratarlo.

¿Cómo se supone lo tendría que tratar?

¿Cómo mi amigo?

¿Un conocido?

¿Un desconocido?

Si fuera un desconocido debería echarlo, aunque en cierto aspecto lo es.

Yo sola me meto en estas situaciones.

Mientras me preparo el café observo de reojo como Gael está mirando los cuadros en las paredes y se queda observando uno.

En ese se encuentra mi madre con John cuando eran chicos, tenían 10 y 6 años. Ella lo cargaba a él, mientras John parecía quejarse por lo mismo, se querían mucho a pesar de cualquier discusión sin sentido que podían llegar a tener y eso no hay imagen que pueda expresarlo.

No creo que exista vinculo más fuerte que el de dos hermanos, puede haber conflictos, peleas y muchas diferencias, pero cuando ambos se necesitaron, estuvieron, de la forma en que cada uno pudo.

Supongo debe ser así con todos los casos de hermanos/as.

—Te pareces mucho a ella, solamente que ella tenía el pelo corto y era un poco más blanca de piel parece— escucho que Gael me habla mientras se acerca a la barra para desayuno.

—Si lo se John, mi tío, muchas veces dice que tengo hasta su tono de reproche, que no es solo en lo físico que me parezco— digo mientras me rio un poco— me gustaría decir que es verdad, pero no se puede, hay veces que creo reconocer su voz en cosas que digo, pero creo que es más un juego de mi cabeza ¿quién sabrá? — termino girándome hacia el mientras me encojo de hombros.

Cuando era más chica se me venía a la cabeza la voz de mi madre mientras yo hablaba, y creía que era su voz la que tomaba lugar en vez de la mía, era como escuchar ambas voces en contra posición.

Tantas veces oí a John que me decía el parecido a la voz de mi madre que, creo mi inconsciente lo asumió y me hacia esas bromas.

—Yo creo que si tu tío te lo decía es por algo, hablar por hablar no creo que sea, y más teniendo en cuenta el tema— dice mientras se sienta.

—Si puede ser, hay veces que escucho la voz de mi madre en videos de cuando era joven y no escucho similitudes.

—Debe ser lindo— me dice, pero no logro comprender a que se refiere, debe darse cuenta por mi silencio ya que aclara— el tener un recuerdo vivo de ella y como era, poder verla y escucharla aunque sea repetitivo, pero por lo menos tener la noción de algunos aspectos de ella sin que sea la versión de alguien.

Y es verdad, no lo había pensado desde esa perspectiva.

Yo tuve la suerte no solo de tener a alguien que se haga responsable de mí, sino también de tener cosas de mi madre que me hicieron ver cómo era ella, sus valores y su forma en ser en lo cotidiano.

Hay personas que solo les queda imaginar cómo eran o simplemente negarlo para encontrar una forma de seguir sus vidas sin atarse a un posible pasado.

Dualidad [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora