La pierna me palpitaba, sentía un dolor punzante que no me permitía pensar en otra cosa, estaba intentando no demostrar mi dolor demasiado ya que haga lo que haga no desaparecería, no por ahora al menos.
En realidad sí.
Otro pensamiento me rondaba en la cabeza desde que vi como habían aparecido unos guardias para ayudarnos.
Quería irme a casa, ya no haría más caso a las recomendaciones de John. Estaba decidido.
Gael desapareció de mi vista en el momento que se acercaron a ayudarme, intente ver donde estaba, aunque no lo admitiera no quería quedarme sola; con el me sentí más calmada. Lo busque con la vista lo que pude, pero no lo vi y cuando me ingresaron en una ambulancia, mucho menos.
Me tomaron signos vitales e hicieron unas preguntas rápidas para ver si me encontraba “bien” o tenía otras lesiones; al ver que solo era la pierna me informaron que me llevarían al hospital; al parecer la bala seguía dentro de mi pierna.
Intente preguntar a qué hospital iría, oponerme porque tenía a mis amigos allí, pedir que me dieran un teléfono para avisar a alguien, no quería quedarme sola con ellos por nada del mundo.
No me sentía segura y acá no me respondían, solo hablaban entre ellos y me pedían que me calme.
¿Cómo sabrían dónde iba a estar? ¿Y si seguía siendo una trampa? ¿Cómo podía confiar cuando me estaban ignorando y no sabía hacia donde me querían llevar?
En el momento que el hombre encapuchado me paso llevando hacia esa camioneta y atravesamos el ingreso del estacionamiento; le mordí la mano que me hacía presión en la boca por lo que pude gritar un escaso minuto, hasta que se recompuso y me comenzó a hacer presión tapándome parte de la nariz y boca.
Cuando pensé que nadie me había escuchado, de reojo pude ver a un hombre salir detrás de un auto metiéndose la camisa dentro del pantalón.
Sentía que poda respirar nuevamente, quizá me podría ayudar, era una seguridad del evento.
Juntando fuerzas de donde pude comencé a intentar gritar y hacer que me suelte para poder pedir ayuda. Cada segundo que pasaba sentía que me costaba respirar cada vez más por la agitación que me estaba causando el tratar de gritar, pero necesitaba que me suelte, quería huir.
Cuando el hombre volteo a vernos nos llamó con un silbido, creía que quien me sujetaba comenzaría a correr, que lo ignoraría, hasta la idea que me soltara para él poder huir se me cruzo por la cabeza.
Pero jamás imagine que se giraría para poder mirarlo como si no me tuviera en contra de mi voluntad, con total libertad, como si nada extraño pasara.
— ¿No deberías estar en la camioneta? Apúrate antes que alguien te vea— en cuanto escuche esas palabras salir de la boca del “seguridad” me puse rígida, no podía pensar en más nada, no tendría quien me ayude en este momento.
Eran cómplices.
—Es a donde voy, si no me frenaras quizá ya estaría ahí— escucho decir a quien me tiene sujeta.
Luego de eso solo comencé a estar en un trance en el que como actuaba era por puro instinto, no sabía que pasaría conmigo.
Debía pelear, ese era mi único pensamiento, no podía dejar que fuera tan sencillo que me llevaran, si me rendía todos los esfuerzos que hizo John, las veces que me tuve que mudar, ser la nueva, las miradas extrañas, los susurros junto a miradas despectivas que soporte durante mucho tiempo ¿de qué abría servido?
Por eso cuando apareció Gael me sentí un poco más calmada, sabía que no iba a estar sola y el no permitiría que sea tan sencillo al menos. Por eso cuando me amenazaron con dispararme junte cada una de mis fuerzas de donde pude para no demostrar el miedo.
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Dualidad [EN PAUSA]
FantasyEl destino es traicionero. Algunos piensan que ya está escrito y otros que solo depende de nosotros ¿Qué pensarías si te muestran que todo está marcado y se acerca tu final? ¿Creerias si te dicen que el destino está jugando en tu contra? Gael lleva...