Capitulo 3

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--Gael ¿a qué hora sales del instituto?—me habla Susan obligándome a tener que pensar, tenía mucho sueño y debía ir al instituto.

-- Creo que hoy salgo a la 13hs, siendo sincero no lo recuerdo—le respondo mientras la miro, y ella se sienta frente a mí con una taza de café.

Son las 6:50hs de la mañana en 35 minutos ingreso, pero en este horario mi cerebro no funciona muy bien.

¿Por qué levantarnos tan temprano cuando los mismos docentes dicen que el cerebro no funciona luego de un lapso de tiempo en el que nos despertamos? Mi lapso de tiempo son mínimo dos horas.

¿Cómo ella puede estar tan despierta a este horario? Ese café debe tener algo

--Termina de desayunar antes de irte y no te vayas a sentar en el sillón de nuevo, no quiero que me envíes un mensaje diciendo que te dormiste descansando la vista—dice Susan divertida por las veces que inventaba dormirme en el sillón, cuando en realidad me iba a la habitación a dormir.

--Ese sillón tiene somníferos, no entiendo porque me duermo cuando me siento allí—le digo siguiéndole el juego.

Lo abre hecho unas 10 veces desde que inicie a ir solo hasta el instituto, ya que vivo a 3 cuadras en realidad y no veía la necesidad que me lleven como si fuera un niño pequeño. Lo hacía cuando no había materias que me interesaran, en los exámenes cumplía pero cuando no había nada “especial” faltaba.

Susan nunca me regaño, nunca se lo creyó pero tampoco es que fuera un irresponsable y faltara en exámenes o tuviera malas calificaciones.

--Si, si, somníferos, como tú digas—dice sarcástica riéndose-- ¿te lo cambio por la cama? Porque me parece haberte escuchado hasta tarde anoche—dice observándome mientras bebe su café.

Es verdad, quizás estoy un poco más dormido de lo habitual por no poder dormir, aun no entiendo el porqué, pero se me venía a la mente el libro que observe en el suelo de los nuevos vecinos.

Luego que vimos a esa chica con Jordán, estuvimos una hora más allí y vimos a un hombre ingresar en la casa, era alto, con un gran porte de un ejecutivo, barba perfilada, pelo castaño y una seriedad como si le hubiera dado una mala noticia.

Se me hace familiar ese libro, pero no reconozco de donde podría ser.

--No gracias, en realidad estoy muy cómodo con mi cama actual, tenía un poco de insomnio no es nada—respondo a Susan para que no se preocupe, ella es muy atenta a la alimentación y todo lo que implique una vida saludable, y en eso también interviene el sueño.

--Bueno, cualquier cosa si tienes algún problema, inquietud sabes que me puedes contar ¿de acuerdo?—me dice dejando su taza en el lavaplatos y acercándose para despedirse.

--Si tranquila, ten un buen día—le digo ya que debe ir a trabajar.

--Tú también, come una fruta antes de irte y ya sabes donde hay dinero por si necesitas algo—me dice antes de salir por la puerta y así me quedo solo ya que Josh la pareja de Susan ingresa en su turno a las 6hs.

Después de agarrar una manzana y darle vueltas la comienzo a comer saliendo de la casa para dirigirme al instituto, a una cuadra puedo ver cómo sale Jordán de su casa acomodándose su cabello, y cuando voltea a ver dónde voy se queda esperándome y así ir caminar juntos.

--Ese cabello no tiene arreglo, en vano intentas “acomodarlo”—le digo mientras intento tocarlo pero retiro la mano fingiendo asco.

--Lo que no tiene arreglo es tu cara de idiota y yo no te lo digo cada vez que te veo—dice mirándome mal, mientras yo volteo los ojos.

Dualidad [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora