02.

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Cuando SeokJin se fue Kook se dio cuenta de que hacía falta que fuera por comida, no quería que el pequeño viviera de ramen instantáneo.

Odiaba las listas de compra, pero necesitaría una. Comenzó a escribir lo que faltaba y luego paso a las cosas que el pequeño necesitaría.

No podía dejarlo en casa, pero tampoco podía sacarlo. No tenía ropa de su talla, además de que su cola y orejas no son algo muy fácil de ocultar.

Se mordió el interior de la mejilla, temía que si lo dejaba solo este simplemente se fuera por una ventana o algo.

Entró a la habitación y lo vio de nuevo en una posición que parecía incomoda. No quería dejarlo solo, así que busco algo que pudiera usar.

Un pans holgado, y una playera sin agujeros. El pequeño se removió incomodo cuando lo despertó, pero le quito la playera para ponerle otra y empezó a forcejear. Le puso el pans y metió su cola junto a una de sus piernas.

No era ajustado, así que podría moverla un poco. Le ató el pantalón a la cintura evitando que se lo quitara y le doblo la parte baja del pans.

El pequeño se removió incomodo y empezo a maullar. No quería usar eso, no le gustaba. Empezó a sacudirse y a rasguñar los antebrazos de Kook.

JungKook lo sentó en la cama y lo sujeto de sus brazos para que no lo siguiera rasguñandolo.

— vamos a salir, comportate un poco y te compraré pescado.

No sabía por que seguía hablando con él si parecía no entender nada.

¿Necesitaría un tipo de correa? Tenía que cuidarlo, si salían este aun podía huir, pero tampoco podía llevarlo con un lazo en el cuello.

Además debía cubrir sus orejas.

Tomo un sombrero de pesca azul pálido y se lo puso en la cabeza. El pequeño sacudió la cabeza hasta que se callo y Kook volvió a ponerlo, se sacudió de nuevo y Kook tomo otro negro para ponerselos a si mismo, le puso el azul al pequeño y este solo se mantuvo curioso.

Ya no se veían su cola ni sus orejas, ahora debía buscar una manera de no perderlo.

Se ató un extremo de un suave lazo con fuerza, y luego lo ato en la muñeca del pequeño. Este tiro de ella y lo mordisqueo, pero no pudo quitarselo.

Kook se puso de pie y tiro suavemente del lazo, el pequeño se puso de pie también y con el brazo extendido se dejaba guiar.

Kook sonrió satisfecho.

Era un genio.

Ahora debía buscar zapatos que le quedaran, eso si era un reto.

Le puso calcetines y a pesar de que sacudía los pies estos no se iban, eran algo ajustados, y cada que quería llevar su mano al calcetín Kook tiraba del lazo.

Sus zapatos eran muy grandes para el pequeño, no podía llevarlo descalzo.

Al final terminó por ponerle unas pantuflas, y aun que le quedaban grandes las ató a sus tobillos para que no pudiera quitarselas.

Todo estaba listo, tomo las llaves y empezó a caminar hacía la puerta, el pequeño empezó a forcejear y poner resistencia. JungKook lo cargo y tuvo que salir de casa así.

El pequeño híbrido empezó a olfatear su cuello ronroneando complacido por la fragancia natural de su nuevo amo, y no quiso despegarse de él.

JungKook tuvo que cargarlo en el camión durante el camino. Pero era un niño, no pesaba demasiado, además parecía tranquilo.

Mi Pequeño Gatito. 𖦹 (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora