Capítulo dieciocho

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–Hace dos meses dejé de sentir cosas por ti, _____, no sabía como decírtelo, perdóname –seguí hablando mientras ella lloraba, se me hacía muy difícil hablar y verla así– No quería que te pongas así, por eso no te lo conté, sea como sea iba a ser duro porque sé que tú estás enamorada de mí, siempre me lo dices y a mí no me quedaba más que fingir para hacerte feliz.

Ella se sentó en el sillón y escondió su rostro entre sus manos.

–Dime que no es cierto, Joel –habló ella– ¿Porqué carajos no me lo dijiste? ¿Eh? ¿Porqué dejaste que sufra por tu maldita indiferencia durante éstos meses? –lloró.

–No podía, _____, yo no quería hacerte sufrir, perdóname...

–Me lo hubieras dicho de una puta vez y listo, ¿qué tanto costaba? –me miró y se puso de pie.

No sabía que decirle.

–El sentimiento no puede irse así como así –dijo ella– Si no nunca estuviste enamorado de mí y siempre fue una mentira. ¿Te cuento algo? Rechacé muchas cosas por ti, por quedarme contigo, porque me sentía segura, me sentía bien contigo, porque creí en ti, creí que me ibas a cuidar y no que me ibas a romper, y me siento como la más estúpida del mundo, confíe en tu palabra, confíe en que Emilia era "una amiga", ella estuvo acá conmigo, desayunó conmigo, me dió consejo de "amigas" y terminó siendo terrible buitre, tú también, traicionaste mí confianza –dijo mirándome muy seria– Yo también me metí con Tom estando nosotros en una relación, no te lo conté por miedo a perderte, por miedo a lastimarte... Lo que tú hiciste es totalmente distinto, fingías y no me dijiste nada por miedo a perder tu comodidad, no por mí, si no por ti una vez más, porque claro, aquí hacía todo la estúpida, cuidaba al bebé mientras el pillo se iba a acostar con la buitre, la estúpida limpiaba la casa y se mataba todo el día pensando en qué carajos hizo ella mal para que el pillo esté así distante, es algo que me comía por dentro todos los días –lloró– No te imaginas las veces que lloré, las noches y cuántas veces le conté a mis amigas, se cansaron de escucharme siempre con el mismo tema.

Se escuchó un ruido y luego un llanto. _____ corrió a la habitación de Liam.

_____ tenía razón, yo era un idiota. Me pasé.

_____|Rayita.

Me sentía realmente angustiada con todo. Tantas cosas dejé pasar por Joel y para nada.

Miré a Liam y lo cargué rápido.

–Ay mí amor, ¿qué pasó? ¿Qué hacías? –miré su cuerpo si no se había lastimado.

Liam lloraba y balbuceaba. Lo dejé durmiendo en la cuna y cuando entré estaba tirado en el suelo boca abajo, creo que se cayó de la cuna.

–Ya mí amor, ya –besé su frente y besé su manito– ¿Dónde te duele? –le pregunté y él señaló su boca.

Miré su boca y tenía un poco de sangre, cayó de jeta.

–Tranquilo Liam, vamos a lavarte -me dirigí al baño, enjuague su boca y le canté el "sana sana".

Él lloró un rato más en mí pecho y luego se calmó, estaba casi dormido.

Miré a Joel, estaba nervioso al parecer y también lloraba.
A mí me hizo mierda con la noticia, en verdad yo era la estúpida del año.

Acaricié la espalda de Liam, sentí sus bracitos rodearme y no pude evitar sollozar. Acostumbré a llorar en brazos de Liam.

–Mami –dijo Liam, me miró con sus bellos ojitos y puso su manito en mí mejilla–

–Te amo –le dije y él sonrió.

–¿Podemos seguir hablando? –preguntó Joel.

–No creo que haya más de qué hablar –dije– No sí me vas a decir que te perdone o las huevadas que me dijiste.

–Quiero que seas feliz con alguien más... Yo soy un imbécil y no te merezco.

–No, claro que no te merezco –dije– Y lo voy a ser, voy a ser feliz con alguien más que valore. Cuando quieras podes salir por esa puerta, ¿sí? –me fui a la habitación.

Me acosté con Liam en mí pecho. Él se acomodó y llevó su dedo a su boca, siempre hacía eso.

Acaricié su cabello hasta que se quedó dormido.

Estaba pensando en muchas cosas, estaba llorando como estúpida, cuando comencé a quedarme dormida sentí como acariciaban mí cabello.

Miré y era Joel, damn.
No dije nada, lo necesitaba. Cerré los ojos y lloré en silencio.

Sentía la mirada de Joel en mí y sus caricias en Liam.

–Ahora que tengo una familia contigo sólo la cago –susurró.

Tenía ganas de mandarlo a la mierda pero lo necesitaba, él era mí mundo.

Solté un sollozo un poco alto, era muy obvio que estaba llorando yo.
Sentí su brazo rodear mí cintura y su cabeza en mí hombro. Él lloraba y yo seguía con los ojos cerrados.

No puedo estar así con él, shit. Soy tan débil.
¿Porqué sigue aquí? Me confesó que no siente nada por mí, ¿entonces en que quedamos? No entiendo.

(...)

–Ma –decía Liam casi llorando mientras me molestaba el rostro– Ma.

–¿Qué, amor? –pregunté.

Lo miré e hizo una seña de que tenía hambre. Me senté y me estiré. Joel no estaba.

Me iba a levantar cuando escuché un quejido y no pude ponerme de pie. Pisé a Joel.

–¿Qué haces en el suelo? Levántate ridículo –le dije y me fui a la cocina.

Preparé un rico desayuno.

Me sentía totalmente vacía, recordé las palabras de Joel y me entraron muchas ganas de llorar.

Volví a la habitación con el desayuno y Joel estaba acostado en la cama con los ojos cerrados y Liam molestándolo.

Liam me vió y festejó.

–¡Eeh!

Miró el desayuno y movía sus manitos con mucha emoción.

–Espera que enfrío un poco ésto –soplé y le dí de comer mientras picaba del mío.

–Mmm, rico –dijo Liam (obvio con idioma de bebé).

–Joel, come.

–No quiero, no me gusta.

Lo miré y desayuné rico junto a Liam.

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•𝓜𝔂 𝓫𝓸𝓸 //𝓙𝓸𝓮𝓵 𝓹𝓲𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮𝓵.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora