🍒Capítulo siete: Mi primero en todo(+18)🍒

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Hola, aquí meteré un poco de... porno ajajaj. Por favor te pido que si no te gusta o no quieres terminar sacándote los ojos por la mamada culera que leerás a continuación, solo desliza el texto hacia abajo. Yo te avisaré en qué parte comienza y en qué parte termina la escena sexual con lo siguiente >>>Aquí comienza (+18)<<<<<
Y >>>>Aquí termina, continúa leyendo<<<<

Nota: el porno continúa en la siguiente parte, perdón por tanto relleno ajajaj

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Los días pasaban y Mumin y Joxter no se separaban jamás. Su relación había cambiado, de ser amigos inseparables ahora eran amantes, pero ninguno sabía cómo llevar la situación y menos a escondidas.
Les gustaba tomarse de las manos, les gustaba  abrazarse y de vez en cuando Joxter besaba con cariño la nariz de Mumin. Pero todas aquellas pequeñas muestras de afecto y comentarios amorosos debían decirlos en privado. No querían causar escándalo alguno ya que había un inconveniente: Mymble, una gran amiga de ambos, estaba enamorada de Joxter.

El chico soñoliento no quería lastimarla, prefería ignorar el gran interés que ella parecía tenerle para así no ilusionarla y herirla.

Mymble por otro lado permanecía siempre nerviosa en presencia del Mumrik y no perdía las oportunidades de quedarse con él a solas a pesar de que Joxter le prestara mínima atención.

A pesar de esos inconvenientes, Joxter y Mumin eran felices, no eran novios formalmente, pero eso no importaba, lo único que importaba era que se amaban demasiado.

Ambos querían dar más, sentían que las caricias y las miradas no les eran suficientes, deseaban más. Lo necesitaban. Fue entonces que un día Mumin decidió dar un gran paso para su relación.

El dulce troll albino había llevado a Joxter a la sombra de su árbol preferido. Ahí se encontraban; solos, viendo el sol colarse por los espacios entre las hojas y disfrutando la sensación del viento golpear con delicadeza sus rostros.

-Joxter. Hay algo que quiero pedirte.-dijo Mumin rompiendo aquel pacifico silencio.

-¿Qué cosa?-preguntó Joxter.

-Somos novios ¿no?

-Algo así.-dijo el otro-Más que novios, somos compañeros de vida.

-Los novios, digo, compañeros de vida se besan ¿verdad?-preguntó Mumin poniéndose rojo como un tomate.

-S-si, eso creo.-respondió Joxter tomando el mismo color rojo.

-Me gustaría que me besaras.-estaba muriendo de vergüenza pero por fin había dicho lo que quería

Joxter lo miró de una forma dulce.

-Siempre nos besamos, Mumin. Eso no tiene nada de raro. -se acercó a él- Yo beso tu frente-besó su frente-besó tu nariz-besó la nariz de Mumin- y también tus manos- tomó una de sus manos y depositó un tierno beso en el dorso de la blanca mano de Mumin.-Nos besamos siempre.

-Pero yo quiero un beso bien.-dijo Mumin, aunque claro había quedado encantado con los besos anteriores.

-¿Un beso bien?

-Si, como los que se dan los enamorados.-sus ojos cafés brillaron.

Joxter solo se sonrojó y se quitó el sombrero.

-B-Bien... somos adultos ¿no? Un beso como esos solo se lo pueden dar las personas mayores. Y yo ya casi soy un hombre.-puso sus manos peludas y temblorosas en el rostro de Mumin ayudándole así a inclinar un poco su cabeza. -Te daré un beso... uno que nunca olvidaras.

Se acercó a su novio. A pesar de estar terriblemente nervioso, pudo hacer realidad el deseo de Mumin. Su boca se unió a la de su compañero en un beso suave, que con él pasó de los segundos fue subiendo tanto de intensidad como de profundidad. La pareja se abrazaba, mientras ambos disfrutaban de sentir su saliva mezclarse.

La madurez de un Mumrik Donde viven las historias. Descúbrelo ahora