La madurez de un Mumrik

Tu cola tambien

Sin perder tiempo, Moomin nadó hasta el lugar donde Snufkin había caído. El agua caliente estaba tan roja que parecía jugo de frambuesas.

–Snufkin, ¿estas bien?—Moomin no obtuvo ninguna respuesta. Así que se sumergió para buscar a Snufkin. Temía que su mejor amigo se ahogara.

Afortunadamente, logró sacar a Snufkin. No era un lugar profundo donde nadaban, pero el fondo si estaba lleno de rocas, era muy probable que al caer Snufkin se golpeara la cabeza. El joven aún no despertaba por completo, pero no había tragado tanta agua.

—¿Qué debería hacer ahora?—Moomin se sentía un poco desesperado. Nunca en su corta vida había salvado a alguien de morir ahogado. Por un momento se detuvo a pensar mientras observaba a Snufkin tendido en el suelo. Estaba todo empapado, la sangre aún salía de aquel rabo que le había crecido tan de repente y le costaba respirar. —Tal vez... deba hacerle la maniobra de Heimlich. Podría ayudarle a sacar el agua que se ha tragado.

Moomin estaba a punto de sujetar a Snufkin por el pecho para ejercer presión y ayudarlo a sacar todo lo que se había tragado, pero no se dio cuenta de que había pisado algo hasta que escuchó a Snufkin gritar de dolor.

—¡Snufkin! ¡Despertaste!—Moomin salto de alegría, pero Snufkin no dejaba de gritar.

—¡Estás pisando mi colita

—¿Eh?—Moomin miró hacia abajo y notó que sus patas se encontraba lo que parecía una cola de gato.

Los ojos de Moomin se abrieron de sorpresa.

—Esto... Tu no tenías antes una de esas.—comentó el trole albino.

Snufkin, aún sintiendo dolor se sentó en una piedra, su mirada se encontraba triste.

—Sé que nunca somos los mismos y siempre estamos en constante cambio. Sin embargo... esto es demasiado. ¿Cómo voy a estar cómodo si tengo que preocuparme de que nadie pise mi colita?—dijo.

Entonces Moomin se acercó a su amigo y con cariño acarició su hombro desnudo.

—Tranquilo Snufkin. Te ves bien con ella. Pareces un gatito... los gatos son geniales.—intento animar a Snufkin, pero lo único que consigo fue que el joven mumrik le lanzara una mirada confusa.

—¿Un gato?

—Mmm no, tal vez esto no funcione...—murmuró Moomin. Después de unos segundos pensando en qué decir para animar a Snufkin, se le ocurrió algo mejor que compararlo con un gato.—Bueno... mira el lado bueno, ahora tú y yo nos parecemos más. Yo también tengo una, realmente no es un problema. Y creo que si realmente no te gusta... puedes esconderla en tu abrigo. La ropa que usas es muy grande para ti, así que puedes esconderla fácilmente y así no te preocuparás por qué alguien la pise.

Al oír eso, una pequeña sonrisa se dibujó en la cara de Snufkin.

—¿Moomin y yo nos parecemos? Eso suena tan divertido.—sonrió un poco más.

–Me alegra verte de nuevo feliz... hace un rato, al verte sufrir yo... sentí que algo en mi pecho se rompía.—dijo Moomin.

Nuevamente Snufkin se puso de pie y caminó unos cuantos pasitos. Meneó su nueva cola.

—No te preocupes por mi, ya no duele más. Estoy bien. Todo es culpa del estupido del autor de este fanfic que había olvidado el detalle importante de que los animales normalmente nacen con cola y no les crece de la nada. Ese tipo...es un idiota, pero creo que no me hará sufrir más en lo que resta de la historia... así que sonreiré mucho para ti a partir de ahora, Moomin.—dijo snufkin.

Moomin agachó las orejas.

–¿De qué estás hablando, Snufkin?

—De nada... olvida lo que dije y mejor volvamos a casa. Tal vez podamos ayudar a Moominmamma a preparar el desayuno.–Snufkin tomó su ropa y comenzó a vestirse de nuevo.

Entonces los chicos volvieron al valle Moomin. Aún era bastante temprano, así que la única persona despierta en la casa moomin era la dulce y siempre regordeta Moominmamma.

—Moomin, Snufkin... ¿Donde se habían metido ustedes dos?–pregunto Moominmamma cuando notó que los chicos que recién habían llegado a la casa la miraban desde el marco de la puerta de la cocina.

–Fuimos... por ahí, mamá–respondió Moomin mientras se sonrojaba.

–Oh, no importa... están aquí y están a salvo.

–Sip, nada peligroso ni nada malo ocurrió... estamos bien.—Snufkin meneo la cola.

Los ojos de moominmamma parpadearon varias veces sin poder creer lo que veía.