Había pasado una semana.
Fui tres veces a visitar a Luna, que por desgracia era el límite permitido de visitas. Esas visitas que no podían exceder las dos horas me daban vida. Esa pequeña me da vida. Es simplemente mágico cómo todos mis problemas, tristezas y vacíos se disipan conforme más tiempo pasamos juntas. También me gustaría hacerla diminuta para llevármela en un bolsillo, pero me repito una y otra vez que debo hacer las cosas bien para no pasar más malos tragos ni privarme de tiempo a su lado.
En cuanto al proceso de "inspección", pedí expresamente que lo realizaran lo más pronto posible. Los dos trabajadores sociales encargados de Luna, junto a otro grupo de expertos, se encargaron de verificar mi casa, mis condiciones de vida, mis ingresos e incluso mi perfil psicológico y mi récord penal. En cada parámetro demostré estar cien por ciento calificada para tener a la niña conmigo, incluso contraté los servicios de una psicóloga y una nutricionista que la atendiesen ya que lo consideré necesario teniendo en cuenta los abusos que ha sufrido y su estado de malnutrición.
El único inconveniente en general venía siendo el hecho de que no tengo pareja o esposo, lo que me convertiría en una madre soltera y eso imposibilitaba en parte que fuera su madre sustituta y una futura adopción. Eso me parecía absurdo. El estado está dispuesto a otorgarle la custodia temporal a una pareja de inadaptados sociales por "cumplir con el esquema familiar del que un niño debe disfrutar" y no a una madre o padre soltero que esté dispuesto a brindarle todo el amor que necesita. En lo personal considero que el amor y la atención que le puedas brindar a tu hijo vale más que el hecho de que tu familia sea convencional o no; pero por desgracia mis objeciones no valen nada.
Por el momento ya había ido a mi última visita con Luna y tenía que viajar a Florida a ver a mi madre, que regresaba de su viaje de Viena. Aún no le había comentado nada con respecto a la pequeña, la conozco y sé perfectamente que no se lo va a tomar nada bien.
Mi madre siempre ha sido muy autoritaria y fría. Una mujer de la alta sociedad que quería que siguiera sus pasos al pie de la letra: encontrar a un esposo aún más rico que yo, casarme, formar una familia y un gran imperio. Nunca le importó si yo amaba o no a alguien; si no cumplía con los requisitos, no sería un digno candidato. Tampoco estuvo de acuerdo jamás con la idea de que yo formara mi propia empresa en lugar de vivir mantenida por mi futuro marido, lo cual siempre creí muy machista de su parte.
Amo a mi madre, pero jamás voy a perdonar la indiferencia que tuvo hacia mí cuando desperté en aquel cuarto de hospital, teniendo como primera noticia que mi hija había muerto y que mi futuro esposo también. Fue lo más desgarrador que me ha pasado en la vida y ella simplemente me dijo: ''Lo siento, hija, pero con esa niña y ese...chico, no tenías ningún futuro''. Yo había acabado de perder a las dos personas que más amaba y ella en cambio se limitó a decir esas palabras sin una pizca de emoción en su voz, casi como si se alegrara de que mi prometido y mi bebé ya no estuvieran. Después de aquello comencé a pensar que su instinto materno y su empatía eran prácticamente inexistentes.
Tomé mi vuelo con rumbo a Florida esta misma mañana, era un viaje un poco largo, pero estaba acostumbrada a travesías aún más largas que esta debido a mi trabajo. Revisé mi laptop un par de veces para adelantar unos asuntos de la empresa, debido a lo ocupada que estuve preparando condiciones para Luna dejé de lado un par de pendientes que en otras circunstancias ya estarían listos. Intentaba relajarme, pero eso era prácticamente imposible, mi madre no era un tema para nada fácil, llevaba meses sin verla y ya me estaba preparando para su dosis de sermones.
"¿Para cuándo piensas presentarme a un buen candidato para futuro esposo?"
"No entiendo para qué te desgastas tanto con esa empresucha que montaste."
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Por siempre, mi Luna
ChickLitBilogía Por siempre #1 Sufrir la pérdida de un ser querido es uno de los eventos más duros que nos toca enfrentar; Gina Parker lo sufrió por partida doble. Siete años atrás era una mujer feliz junto al amor de su vida y su pequeña bebé próxima a nac...