CAPÍTULO 24: Inicio de la Búsqueda

2.2K 159 63
                                    

Agencias Gray, una de las mejores de Manhattan en su campo, la investigación privada. Cuando conocí a Patrick y me ofreció su tarjeta, nunca me imaginé que requeriría de sus servicios. Ahora estaba sentada en la recepción del lugar esperando a que me llamaran para acudir a la oficina del investigador.

Estaba notablemente nerviosa, moviendo mi pierna derecha creando un molesto sonido con mi tacón. Aparte de la chica de recepción no había nadie más allí, así que opté por observar a mi alrededor a modo de distracción momentánea. El blanco predominaba en el lugar, siendo este el color de las paredes, del escritorio de la recepcionista y del suelo perfectamente limpio. También resaltaban algunos detalles negros como las macetas de las plantas, cuadros y el logo de la agencia que abarcaba una gran pared en la entrada. Desde el punto de vista estético lucía bastante moderno y conservador, era agradable de ver, pero no calmaba mis nervios.

—¿Gina Parker? —llamó una voz a pocos metros de mí, haciéndome salir de mi análisis decorativo.

Dirigí mi vista hacia la persona que me llamó. Era una chica alta, de tez oscura y vestida muy formal. Muy guapa por cierto. Deduje que se trataba de la secretaria de Patrick.

—Sí. Soy yo —afirmé, levantándome del asiento.

—El Sr. Gray la espera en su oficina. Acompáñeme por favor.

La chica hizo un ademán, indícandome que la siguiera. Sonreí en respuesta y la acompañé hasta el ascensor. Una vez estuvimos tres pisos más arriba, caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una oficina. La chica abrió la puerta y la seguí al interior. Allí estaba él, revisando lo que supuse eran unos documentos, totalmente concentrado.

—Sr. Gray, aquí está la Srta. Gina Parker —anunció la chica, llamando su atención.

Patrick levantó la mirada, dibujando una pequeña sonrisa.

—Hola, Gina.

—Hola, Patrick —sonreí de vuelta.

—Bueno, estaré afuera. Si me necesita, solo llame —informó la morena.

—Gracias, Susan —asintió Patrick.

Susan salió de la oficina, dejándonos solos. Él me indicó que me sentara en una de las sillas del otro lado de su escritorio y así lo hice.

—Bien, Gina. Por teléfono me contaste que tu madre hizo desaparecer a tu hija, pero necesitaré más detalles al respecto para poder realizar una investigación sólida —dijo con un tono formal, pero comprensivo.

—No es fácil hablar de esto. Es una larga historia —suspiré.

—Lo entiendo. Soy consciente de que debe ser extremadamente difícil para ti, pero necesito saber toda la historia. Cada detalle, por insignificante que parezca, puede ser más importante de lo que crees. Todo lo que tengas para decir será de utilidad.

—Sí, comprendo —asentí.

—¿Te importa que grabe? Me ayuda a crear informes e incluso a estudiarte.

—¿Estudiarme?

—Sí. Me es indispensable saber tu estado emocional y tu compromiso con la búsqueda. Incluso me puede ayudar a encontrar mensajes ocultos que ni tú misma eres capaz captar.

—¿Puedes hacer eso? —ladeé la cabeza.

—Esta agencia no es de las mejores de Manhattan precisamente por mi inexperiencia, llevo años en esto —asintió.

—De acuerdo. Graba. Lo que sea para encontrar a mi hija.

—Bien.

Sacó de una de las gavetas de su buró una pequeña grabadora y la colocó entre ambos.

Por siempre, mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora