VAMPIRE, simon lewis².

cuatro

— No entiendo porqué nos ven de forma romántica, — Dante se quejó y se apoyó sobre el marco de la puerta — es estúpido. 

Simon pausó el capítulo y giró levemente para mirar al rubio. 

— Es una serie, ficción. Romantizan todo. 

— Un vampiro no puede salir con un humano — el mayor siguió hablando mientras entraba a la habitación del castaño — es como salir con una hamburguesa. 

Simon hizo una mueca parecida a una sonrisa, cuando vió que Dante lo estaba observando se puso serio. 

— Es amor, cuando estás enamorado no te importa si la otra persona es humana, hombre lobo, cazador de sombras o lo que fuere — repuso y cerró la computadora tratando de finalizar la conversación. 

— Yo nunca saldría con un cazador de sombras, por ejemplo — Dante se sentó sobre el sofá, apoyó sus pies sobre la mesa de café — niños ángel, se creen la gran cosa. 

Simon rodó los ojos pero no dijo nada, después de todo él sólo conocía a Alec, Isabelle y Jace, aunque este último parecía encajar con la descripción del vampiro. 

— En fin — el rubio se levantó de su lugar y volvió a dirigirse a la salida —, empezaremos con tus lecciones de vampirismo — frunció el ceño — ¿existe esa palabra siquiera? ¿vampirismo? Lo que sea. 

— ¿Qué? — Simon chilló y abrió los ojos con asombro — pero abajo están todos, me matarán. Bueno, tú entiendes. 

— Bueno, ese no es mi problema — Dante se encogió de hombros —. Te espero abajo en 15 minutos, si no bajas me iré a Las Vegas y te las arreglarás solo. 

(...)

Simon miraba como Dante acomodaba botellas con líquido rojo sobre una mesa de madera, una vez que las cinco botellas fueron acomodadas una al lado de la otra, el mayor miró a Simon. 

— Haremos esto de forma más dinámica — Dante sonrió —, aquí hay sangre de varios animales y también humana, tú le darás un sorbo a cada botella y me dirás de qué crees que es. Básicamente es para que sepas diferenciarla y todo eso. 

—¿Sangre humana? ¿De dónde la has sacado? 

— Le rompí la nariz a un tipo que caminaba por la calle anoche — el mayor contestó de forma casual. 

Simon frunció el ceño. 

— ¿Qué? ¿De verdad? 

— No. 

— Hablo en serio, necesito saber de dónde la sacaste — el castaño inquirió —, no voy a beber sangre de una per-

— Sólo toma una maldita botella y bebe — Dante se quejó golpeando la mesa —, no tengo toda la eternidad para tí. 

Simon rodó los ojos y tomó la botella más cerca a él, la destapó y dejó que dos o tal vez tres gotas de sangre bajaran por su garganta, luego alejó la botella de su rostro como si esta fuera fuego. Miró a Dante esperando que dijera algo, cuando notó que no iba a hacerlo habló. 

— Listo.

—¿Qué? Por supuesto que no, eso ni siquiera fue un sorbo. 

— Le daré un sorbo cuando me digas de dónde la has sacado — Simon replicó, su cuerpo le estaba pidiendo volver a llevarse la botella a los labios pero trataba de contenerse. 

— ¿Eres idiota, Simon? ¿O no has comido suficientes vegetales en tu vida mortal? Se supone que tú debes decirme de dónde la he sacado. Esa es la actividad — el vampiro mayor exigió — vuelve a beber. 

Simon miró la botella plástica y volvió a llevársela a los labios, la sangre haciéndose paso en su boca creando una sensación de bienestar, placer más millones de nuevos sentimientos que el castaño no podía describir. Las nuevas sensaciones fueron demasiado para el cuerpo de Simon, sus colmillos comenzaron a tirar hacia abajo sacando su lado animal sumándola a la fuerza sobrenatural que ahora tenía desgarró la botella como si fuera una víctima y el resto de la sangre que ésta contenía fue a parar al suelo o en su defecto a su remera color gris. 

Dante lo observaba atónito, con los labios entreabiertos. Simon lo miró con una mueca de disculpas en el rostro. 

— Nerd, acabas de desperdiciar casi una botella completa de sangre O+ — habló cuando salió de su trance —, era mi favorita. 

— Lo siento — el menor se disculpó con palabras. 

— Olvídalo, vete a ver esa serie insulsa y mañana intentaremos con otra cosa — Dante negó con la cabeza —, debí empezar con las ventajas de ser vampiro y no con esto, pensé que Raphael o Camille te habían enseñado algo de control. 

Simon bajó su vista al suelo, sintiéndose avergonzado. 

— No he visto a Camille desde que he llegado — susurró. 

— Típico de Camille — el rubio bufó — hace su desastre y espera que alguien más lo limpie por ella. Franceses. 

El castaño no contestó, se acercó a un tacho de basura y tiró el plástico dentro para luego comenzar a subir las escaleras hasta su habitación, normalmente se hubiera quedado a limpiar el desorden pero intuía que Dante no querría estar más tiempo con él y tampoco tenía ánimos de seguir con este entrenamiento. Tal vez él no estaba hecho para ser un vampiro, ¿no habría algún hechizo para deshacer esta maldición? Debería hablar con Magnus o al menos llamar por teléfono a Clary para distraerse y saber cómo van las cosas, esperaba que fueran bien o dejaría ese lugar aunque el sol lo incendiara. 

perdón por la tardanza, wattpad creyó que era divertido borrarme tres capítulos de esta cosa (me quise matar ok). Éste es el capítulo cuatro + cinco, más o menos lo que recordaba. No está corregido así que lo siento si algo está mal escrito, expresado o si hay palabras repetidas.