VAMPIRE, simon lewis².

once

— Quiero aprender a decir la palabra con D — Fue lo primero que Simon dijo al ver a Dante entrar a su habitación con un cuaderno que lucía viejo en sus manos.

— ¿La palabra con D? ¿Drácula? — El rubio preguntó frunciendo el ceño pero en su rostro se podía observar que estaba de un mejor humor que ayer.

— No — Simon rodó los ojos y bufó —, ya sabes, cuando sucede algo impresionante las personas suelen decir algo como "oh, mi ...-"

— Dios — Dante completó.

— ¿Cómo puede ser que todos puedan decirlo y yo no? ¿Soy una especie de vampiro fallido?

Dante rió y Simon sonrió por inercia.

— No lo tomes personal, lleva tiempo poder decirlo y si te hace sentir mejor, Olivia tampoco puede llamarlo aún.

— Probablemente es el único defecto que tiene tu ex novia — el menor contestó y apoyó sus pies en la mesa de café, acomodándose más en el sofá.

— No estoy aquí para hablar de Liv — Dante se sentó a su lado e hizo una mueca —, pero, si no puedes decir la palabra Dios aún, puedes buscar alguna otra cosa que lo suplante temporalmente.

— ¿A qué te refieres? — Simon lo miró de reojo y frunció el ceño.

— ¿Qué tal, "oh mi Dante"? — El vampiro mayor se burló —, es lo más cercano que tienes.

— No lo dirás en serio — Simon rió, le gustaba pasar el tiempo así con Dante, le hacía olvidar por un segundo que el mundo sobrenatural era real y que existían miles de peligros.

— Formar una nueva religión está en mi lista de pendientes.

— ¿Una nueva religión? ¿Cómo se llamará? ¿Dantismo? — Fue el turno de Simon para burlarse.

— Dantismo suena horrible, pero no tenía opciones así que va a llamarse así — Dante hizo una mueca, ocultando una sonrisa —, es el culto a mis abdominales.

Si Simon hubiera estado tomando algo probablemente lo hubiera escupido, lanzó una carcajada que no pudo contener y se llevó la mano derecha al estómago, Dante rió al ver a su acompañante en ese estado y recordó el porqué había ido a buscarlo. El libro en su mano era tan liviano como viejo.

— Antes de que lo olvide — habló serio, tratando de obtener la atención de Simon —, te he traído esto — levantó el libro y se lo tendió al castaño — es la historia de los vampiros, los orígenes. Lo conseguí cuando me transformé y creí que podría servirte.

Simon asintió y tomó el cuaderno, luego de eso Dante se levantó y salió de la habitación diciendo que debía hablar con Raphael acerca de la estancia de Olivia, Simon internamente deseaba que le consiguieran otro lugar para vivir a la castaña se decía a sí mismo que era porque ella tenía problemas con el clan de Chicago y no deberían entrometerse porque podrían salir perjudicados, pero la verdad tal vez era que se sentía algo inseguro con su presencia ya que podría acaparar toda la atención del vampiro rubio.