F I F T E E N

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No Shame: Part One

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No Shame: Part One

Todo le daba vueltas

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Todo le daba vueltas.

No había esquina de la habitación que no se viese redonda. Respiraba profundamente y trataba de caminar en línea recta, pero los peces se habían convertido en panes y el vino en agua, y se lo tomaba con tanta fluidez que le daba miedo haber perdido sus papilas gustativas en algún momento de la noche sin darse cuenta.

Habían pasado cuarenta minutos desde que había visto a Nicole salir hecha una furia de la casa de su mejor amigo, y tres caídas, dos peleas verbales y un intento de llanto desesperado después, lo observaba todo desde la cocina.

Sentía todo el lado izquierdo amortiguado, helado después de estar apoyado tanto tiempo contra la nevera, asintiendo amistosamente hacia todas las personas que se acercaban a preguntarle si estaba bien, aunque tuviese un agujero negro dentro de él que consumía cada partícula de energía que poseía. Había considerado salir corriendo detrás de ella más de cinco veces, llegando a la conclusión de que no valía la pena —de que debía darle su espacio a menos que quisiera una patada en las joyas de la familia—. Y que debía dejar que las cosas se calmasen un poco antes de dejarle bien en claro que, cualquier cosa que hubiese salido de su boca, no era lo que su cerebro había planeado transmitirle.

Se incorporó trabajosamente y arrastró su intoxicado cuerpo hasta la estufa, buscando ruidosamente entre los gabinetes por un sartén.

Quería huevos estrellados.

—¡Wolfhard!

Mason tenía la camisa abierta de par en par, dejando ver un increíble set de abdominales bien marcados, el cabello apuntando a todas partes y labial rosa en toda la cara. Apenas pudo reconocerlo a través de la neblina de la borrachera de la que se arrepentiría a la mañana siguiente.

No sabía qué había estado haciendo y tampoco quería averiguarlo.

—¿Sí? —susurró con su característica sonrisa atontada. Siempre la tenía cuando se ponía hasta la coronilla.

CALM | Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora