S E V E N T E E N

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Thin White Lies: Part One

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Thin White Lies: Part One

—Mason, ¿cómo llegue a casa?

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—Mason, ¿cómo llegue a casa?

Por supuesto, Finn tenía resaca.

Pero no era de las resacas divertidas que inducen risas al recordar qué fue lo que pasó la noche anterior —porque esa resaca sí que valió la pena—, sino un palpitante dolor tras de los ojos que no le permitía mover sus párpados. Sentía todos sus órganos completamente secos y las náuseas... oh, no quería ni pensar en las náuseas.

Todavía tenía la ropa del día anterior y el cabello apelmazado a la frente por el sudor. Apestaba a alcohol destilado y cáncer de pulmón, pero estaba seguro de que el cincuenta por ciento de su aroma era porque en algún punto de la noche se había caído sobre la mesa de centro en donde estaban mezclando sustancias.

Todavía no se había dado una ducha, aun así, había descubierto cuatro moretones bastante severos. No sabía cómo se los había hecho, pero le dolían como el infierno.

Su molestia iba más allá de un superficial dolor e incomodidad. Finn no podía recordar nada de lo que había pasado después de su tercer shot de tequila. A este punto ya estaba rebotando contra las paredes, ya le había mojado la camisa a Mason con lágrimas, sido arrastrado por las escaleras por Molly y encerrado en una habitación, pero escapado de nuevo. Su última memoria clara era haber cocinado huevos fritos que sabían rancios y el resto era un borrón. Recordaba partes específicas, como haber intentado llamar a Nicole y Taylor llevándolo dentro y mojado su rostro con agua fría, pero no sabía más. La impotencia de no poder recordar nada lo estaba volviendo loco.

—¿En serio no recuerdas? —Mason sonrió suavemente desde el asiento del piloto. Finn tenía la frente apoyada contra el parachoques y el estómago apretado con ambos brazos. Si lo soltaba, lo voltearía todo sobre el asiento delantero—. Nicole te llevó.

—No...

Apretó los ojos con fuerza. No recordaba haber visto a Nicole. No recordaba nada.

¡No tenía ni siquiera una pista de lo que había pasado! Sus últimos mensajes eran "EN DNDE ESTS" para Mason, "n" para su madre, una foto borrosa de su rostro en el lavabo para Molly y ".." para Nicole, quien obviamente había ignorado el mensaje.

CALM | Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora