Not In The Same Way: Part Two
Son las diez de la mañana de un miércoles y ya pasó por algebra avanzada y el regaño del señor Witter, gimnasia y la doble ducha que tuvo que darse porque Jane Salem decidió vomitarle encima después de su tercera vuelta a la pista, una película aburrida sobre la edad media que pusieron en clase de historia de la cual solo consumió una cuarta parte, medio podcast sobre la caza de brujas y la Santa Inquisición y, como todos los miércoles, le tocaba su parte favorita del día: consolar a Finn.Tenía como quince minutos de verlo revolver el desabrido puré de patatas que servían en la cafetería mientras hacía pucheros y suspiraba con pesar mientras repetía la misma oración que venía predicando toda la semana:
—Solo debes reunir valor suficiente y preguntar. No te va a decir que no.
—¿Y cómo diablos estás tan seguro?
Aunque en realidad pensaba que estaría mucho mejor escondido en un cubículo del baño comiendo sus papitas saladas mientras escuchaba a alguna pareja terminar de ensalivarse la cara, simplemente sonrió y le dio un par de palmaditas amistosas en la espalda.
No es que fuese mal amigo ni nada por el estilo, pero intenten ver una maratón de Adam Sandler y reírse del mismo chiste en cuatro películas distintas.
—Tengo fe en ti, Wolfie —miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiese nadie más que pudiese escuchar lo que pretendía ser su charla motivacional del día—. Fuiste la primera persona de la clase en conseguir una cita, el primero en tener una novia, el primero en ser descubierto tras de las escaleras del gimnasio besuqueándote con alguien —masculló entre dientes, aunque en realidad quería partirse de la risa y sabía que Finn sonreía bajo la barrera que había construido con sus brazos—. Eres como el Elvis Presley de nuestra generación, el Mick Jagger del milenio.
Finalmente, Finn soltó una carcajada mezclada con un signo de pregunta verbal: —¿De qué mierda estás hablando?
—¡Finn Wolfhard! ¡Símbolo sexual!
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CALM | Finn Wolfhard
FanfictionEs viernes en la noche, y bajo la luz de la lampara de la sala, Nicole hace la tarea para el lunes, recordando la fiesta de la otra noche en la que limpió la pista de baile, pero la ensoñación no le dura mucho, porque debe concentrarse si quiere seg...