T W E N T Y - O N E

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High: Part One

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High: Part One

Los días eran cortos, las noches largas, y lo único que se podía escuchar en la habitación del muchacho —y dentro de su cabeza también— era el constante rebotar de la pelota de goma que lanzaba contra el techo

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Los días eran cortos, las noches largas, y lo único que se podía escuchar en la habitación del muchacho —y dentro de su cabeza también— era el constante rebotar de la pelota de goma que lanzaba contra el techo.

La tristeza que invadía a Finn era casi cómica. Apenas y podía creérselo, pero se sentía completamente vacío. Le hacían falta un par de manos heladas en los bolsillos de su sudadera, una incesante voz fastidiosa recordándole que tenía que tomar agua, y un millón de besos diminutos esparciéndose por sus mejillas.

Extrañaba tanto a Nicole que le dolía el pecho.

Podía ser porque no había comido nada en todo el día y el ácido lo estaba consumiendo por dentro, pero prefería creer que era por Nicole.

—...pero no entiendo cómo es que se te salió de las manos —musitó Mason al otro lado de la línea telefónica. Finn ni siquiera lo tenía en altavoz, y su celular estaba apoyado en su pecho, pero el silencio era tanto que podía escucharlo claramente—. Usualmente eres bueno con las bebidas.

—No voy a volver a beber jamás.

—¿Jamás?

—Solo en la graduación —lo reconsideró rápidamente—, pero después de eso nunca más.

Mason rio suavemente y suspiró.

—Ya deja de pensarlo —Finn puso los ojos en blanco. Como si no hubiese intentado ya—. Mientras más lo piensas, menos vas a poder dormir.

Oh, eso era otra cosa. No podía dormir.

Se quedaba despierto hasta altas horas de la noche solamente pensando en Nicole y tratando de hallar ese pedazo faltante de la historia, aquello que no podía recordar. Se había insolado completamente de cualquier otra persona que no fuese Mason por los últimos cinco días —contando el fin de semana— y evitado completamente el contacto visual con media escuela.

CALM | Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora