F O U R T E E N

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Best Years: Part Two

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Best Years: Part Two

El sol de las mañanas de Finn había comenzado a brillar con tanta intensidad que amenazaba con dejarlo ciego

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El sol de las mañanas de Finn había comenzado a brillar con tanta intensidad que amenazaba con dejarlo ciego.

Se había mordido la lengua varias veces para no decirlo, pero eso no significaba que no pudiese pensarlo.

Había ganado.

Ganado en la contienda, ganado en el amor, ganado en la vida. En su cuello brillaba el oro, en su cabeza diamantes y sostenía entre sus manos un reconocimiento al más perseverante. Sonreía mientras caminaba por los pasillos sabiendo que en cualquier momento giraría en una esquina y Nicole lo recibiría con un beso junto a su casillero. De pronto saltaría a la mesa de la cafetería, comenzaría a cantar y el resto bailaría una coreografía improvisada pero muy bien sincronizada. Saldría de su último periodo e iría a buscarla para llevarla a casa, no sin antes pasar por un helado, sin soltar su mano jamás, para que el mundo supiera que era suya, toda suya, y de nadie más.

O todo seguiría igual de aburrido y no vería a Nicole en todo el día porque no tenían ninguna clase juntos los lunes.

Caminaba tranquilamente de regreso a clases después su ducha obligatoria tras haber sudado todas las calorías de la semana clase de gimnasia; había terminado de destrozar la suela de sus zapatillas. Ya había escuchado muchas veces de parte del entrenador que arrastraba demasiado los pies al correr, pero cualquier persona con dos neuronas podía darse cuenta de que era porque estaba a punto de desmayarse.

Miró a lo lejos como todos entraban de nuevo al edificio y a sus respectivas clases. No tenía muchas ganas de imitarlos, aun cuando tenía ese gigantesco proyecto de anatomía que entregar haciendo que su espalda se doblara en dos. Ya quería librarse de todos esos molestos textos y lanzarlo todo por la ventana el primer día de verano. Solo un par de meses más y sería libre. Podría ir a la playa con sus amigos, desvelarse después del quinto cigarrillo de la noche, beber hasta la inconciencia y despertarse en el baño de Mason con la cara enterrada en el inodoro.

CALM | Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora