"Ellos se querían, pero no funcionó. Él por cobarde, y ella por sentir de más."
Lees esta frase en primera persona y tienes un final sincero para nuestra relación. "Nos queríamos pero no iba a funcionar. Yo por darlo todo y tu por ser un pobre cobarde." Esa es la frase que identifica nuestra relación, aunque no se si te quise poco o te quise demasiado.
No te voy a negar que al leer la frase he pensado mucho en ti, en lo nuestro. Nos queríamos, eso lo sabíamos pero quizás no lo suficiente. Si que es verdad que yo era la que sentía más, la que cerraba los ojos cuando nos besábamos, la que acabo sufriendo más al final, final provocado por tu cobardía, por ese miedo tan grande a mostrar lo que sentías, ese miedo de darlo todo, y porque no decirlo, ese miedo a ser feliz.
No lo queríamos ver, no queríamos aceptar que esto no iba a funcionar, que estábamos condenados al fracaso aunque en el fondo lo sabíamos, todo se estaba volviendo muy tóxico, pero simplemente preferiamos esconderlo tras largas noches de charlas y tonterías.
Ha sido el tiempo el que nos ha hecho ver la realidad, el que nos ha quitado esa venda de los ojos, la misma que nosotros mismos nos pusimos. Ha sido el mismo tiempo que dicen que pone cada cosa en su lugar, el que nos demostró la auténtica verdad, tú eras un cobarde que nunca se iba a atrever a avanzar y yo era la idiota que sentía más aún sabiendo que esto no iba a funcionar, y como tal, era la que iba a sufrir más cuando todo acabará terminando.
"Relación destinada al fracaso", así se hubiera podido llamar el libro de nuestra historia. La gente te juzgaba mucho y yo aún así siempre daba la cara por ti, todos decían que acabarías fallandome y muy a mi pesar ahora me toca admitir que tenían razón, pero más hallá de eso, he vivido muchos buenos momentos contigo. Eres lo primero que me viene a la mente cuando tengo que hablar de los momentos difíciles, porque a pesar de todo siempre estuviste conmigo en los momentos más duros, ahí estabas tú, en primer lugar, nunca me abandonaste. Me regalaste momentos bonitos, conversaciones agradables, muchas risas y muy a mi pesar en ciertos momentos me diste mucho cariño y alegría.
Pero ya no importa lo que piense, porque si algo está claro entre tú y yo es que no habrá otra oportunidad, los dos teníamos claro que no iba a funcionar, no hasta que tu dejes de ser un cobarde y yo aprenda a no sentir tan rápido y aprenda a confiar un poco más. Será entonces y solo entonces cuando haya una mínima posibilidad de que haya algo engre tú y yo, y que funcione como soñábamos.
Mientras nos queda disfrutar de este tiempo de reflexión por separado, de esta decisión que decidimos tomar los dos.
Aunque lo nuestro no llegó a ningún puerto, lo volvería a hacer y a intentar una y mil veces más, porque a pesar de ser un cobarde, hubo un tiempo que me hiciste muy feliz. Ahora me quedo con el recuerdo de las locuras que queríamos hacer juntos, de todas esas tonterías que nos decíamos cuando estábamos bien y de todas esas risas que nos echamos juntos. Y aunque nunca te lo dije fuiste, eres y serás mi italiano preferido.
Cuídate cobarde, aunque no lo creas te echaré de menos.
